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Suenan alarmas

"La reforma tributaria recién promulgada ya no parece suficiente para evitar un clima menos optimista en la economía, en especial en lo referente a las Finanzas Públicas. Es cuando resurge las tantas veces anunciada reforma estructural, que ahora parece tomar cuerpo en las recomendaciones que sugirió un funcionario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, a la cual pretende ingresar nuestro país".

21 de enero de 2015 Por:

"La reforma tributaria recién promulgada ya no parece suficiente para evitar un clima menos optimista en la economía, en especial en lo referente a las Finanzas Públicas. Es cuando resurge las tantas veces anunciada reforma estructural, que ahora parece tomar cuerpo en las recomendaciones que sugirió un funcionario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, a la cual pretende ingresar nuestro país".

Aprobada el pasado diciembre la reforma tributaria que presentó el Gobierno Nacional, y no bien se empieza a aplicar, el fantasma de un déficit de mayor cuantía en las finanzas nacionales a causa de la caída del precio del petróleo obliga a pensar en ajustes superiores. Que no saldrán del Gasto Público, a juzgar por la tranquilidad con la cual actúan los voceros de las autoridades fiscal y monetaria de Colombia. Según el Ministro de Hacienda, el país no sentirá aún el golpe que significará esa caída, en la medida en que gran parte de los ingresos programados en el Presupuesto Nacional para el 2015 corresponden al ejercicio del 2014, combinados con la reforma aprobada por el Congreso de la República. Lo cual quiere decir que se puede alcanzar el ingreso por impuestos esperado. Además, la Nación recibirá de Ecopetrol los dividendos por los resultados del año anterior y los impuestos a sus utilidades y al combustible que consumen los colombianos, asegurados mediante un artículo oportuno, incluido en la ley 1739 de 2014.Y si bien la caída en el precio del petróleo ha sido radical, voceros oficiales aseguran que la devaluación ayudará a equilibrar parte de la pérdida de los ingresos medidos en moneda nacional, y que la Asociación Colombiana de Petróleo calcula en $15 billones. Sin embargo, es inevitable registrar el crecimiento en esa misma moneda de la deuda pública y el correspondiente incremento en los recursos que deberán dedicarse al servicio de esa deuda medida en moneda extranjera. Dicho de otro modo, su incremento equivale al 33%, teniendo en cuenta el precio del dólar a hoy.Esos datos indican a las claras que la reforma tributaria recién promulgada ya no parece suficiente para evitar un clima menos optimista en la economía, en especial en lo referente a las Finanzas Públicas. Es cuando resurge las tantas veces anunciada reforma estructural, que ahora parece tomar cuerpo en las recomendaciones que sugirió un funcionario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, a la cual pretende ingresar nuestro país. El contenido de esas sugerencias ya empezó a causar polémica, y deben ser explicadas por el Gobierno antes de crear un ambiente que haga más difícil aplicar medidas en las que el aumento de impuestos a las rentas de trabajo y las pensiones parecen ser objetivos de primer orden.De otra parte, el Gerente del Banco de la República llamó a la calma. Al reconocer que se puede aumentar la devaluación a causa de fenómenos como el alza de intereses en los Estados Unidos, recordó que están abiertas las posibilidades de crecer las exportaciones a ese país, impulsadas por la devaluación. Y si bien advierte la posibilidad de un aumento leve en la inflación, al doctor José Darío Uribe no le parece descabellado conseguir un crecimiento del 4% al finalizar el presente año.Hay indicadores de que la turbulencia se aproxima a la economía colombiana. Y aunque hay razones para tener confianza, las alarmas están sonando. Ante ello, Colombia no puede quedarse dormida o las autoridades en silencio.

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