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Dilian Francisca Toro y Alejandro Eder se suman a la campaña volvamos a mi Cali bella con una jornada de aseo en la plazoleta de San Francisco en el centro de Cali.
No es hora de divisiones, peleas o revanchismos. Lo que quieren y merecen los habitantes de Cali y los demás municipios de la comarca es que la prioridad para los líderes políticos, llámense mandatarios locales o seccionales. | Foto: Bernardo Peña

Editorial

Propósito colectivo

El departamento, incluida su capital, requiere que todas las fuerzas políticas que tienen presencia en la región, se unan en el propósito de lograr que el Gobierno Nacional le preste a la comarca la atención que necesita.

16 de enero de 2024 Por: Editorial

El sistema centralista que opera en Colombia implica que los gobiernos locales y regionales requieren en gran medida del apoyo de la Administración Nacional para el éxito de su gestión.

Eso explica por qué desde el mismo día de su posesión el Alcalde de Cali y la Gobernadora del Valle del Cauca invocaron la inmediata concurrencia de la Jefatura de Estado no solamente para solucionar lo más pronto posible los graves problemas que aquejan a la ciudad, sino también para cristalizar varios de los proyectos que se necesitan implementar para que el departamento no se quede rezagado del desarrollo del resto del país.

De ahí que varios sectores empresariales, académicos e incluso políticos se estén preguntando sobre la manera en cómo se dará el relacionamiento entre los gobiernos de Alejandro Eder y Dilian Francisca Toro y el Ejecutivo que lidera Gustavo Petro.

Hasta ahora, es evidente que el nuevo Mandatario caleño tiene muy claro que esa debe ser una prioridad, como lo demuestra el hecho de que en quince días que lleva al frente de los destinos de la ciudad ya ha viajado en dos ocasiones a la capital del país para reunirse con funcionarios del Gobierno central, específicamente con los ministros del Interior y de Defensa, en tanto que la Gobernadora hizo lo propio con este último en busca de soluciones para la inseguridad que aqueja a varios municipios del Valle del Cauca.

Pero aunque ese lobby es una de las tareas más importantes que tendrán que hacer durante los próximos cuatro años tanto el Alcalde de Cali como la Mandataria seccional si quieren ver cristalizados proyectos como el Tren de Cercanías o solucionadas cuestiones como el pago de la deuda de Emcali y la estabilización financiera de Metrocali, está muy claro que solos no podrán conseguir esas metas.

El departamento, incluida su capital, requiere que todas las fuerzas políticas que tienen presencia en la región, más allá de sus diferencias ideológicas y de su legítimo derecho al disenso, se unan en el propósito de lograr que el Gobierno Nacional le preste a la comarca la atención que necesita para atender cuestiones tan apremiantes como la inseguridad que viene afectando a muchos de sus habitantes.

Y esa cruzada debe estar liderada por la bancada parlamentaria del Valle del Cauca en su conjunto, puesto que tanto los senadores como los representantes fueron elegidos por los votantes precisamente para que sean el puente entre las necesidades de la región y la Administración central, sin importar el partido al cual pertenecen o si son opositores o aliados del presidente Gustavo Petro.

No es hora de divisiones, peleas o revanchismos. Lo que quieren y merecen los habitantes de Cali y los demás municipios de la comarca es que la prioridad para los líderes políticos, llámense mandatarios locales o seccionales, pero también congresistas o funcionarios, sea trabajar por el bienestar colectivo, entendiendo que sus aspiraciones personales no deben estar por encima de la esencia de la política, que es el servicio a la sociedad vallecaucana.

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