El pais
SUSCRÍBETE

Los males de la salud

"...Y la pregunta vuelve a ser la misma de los últimos años: ¿por qué el Estado no había hecho lo que correspondía, a pesar de las pruebas que aparecían sobre Saludcoop, consorcio que es propietario de más de 50 empresas y que no rinde cuentas a nadie, a pesar de ser una cooperativa?...".

15 de mayo de 2011 Por:

"...Y la pregunta vuelve a ser la misma de los últimos años: ¿por qué el Estado no había hecho lo que correspondía, a pesar de las pruebas que aparecían sobre Saludcoop, consorcio que es propietario de más de 50 empresas y que no rinde cuentas a nadie, a pesar de ser una cooperativa?...".

La intervención de Saludcoop destapa una de las más preocupantes facetas de la crisis en que está sumida la credibilidad de las EPS, así como la gravedad del escándalo de la corrupción que afecta al sistema de salud y la urgencia de enderezar su camino.Bienes en Suiza, en Panamá, en México y en Dubai; inversiones en paraísos financieros, mientras la entidad padece graves problemas de liquidez. Con ello se resume una pequeña parte de los descubrimientos en un imperio que creció de manera asombrosa en los últimos cinco años. Ahora empieza a saberse la verdad, cuando la intervención de la Superintendencia de Salud saca a la luz los miles de cheques girados por la entidad que no habían sido cobrados y que de hacerlo habrían sido devueltos por carencia de fondos. Y la pregunta vuelve a ser la misma de los últimos años: ¿por qué el Estado no había hecho lo que correspondía, a pesar de las pruebas que aparecían sobre Saludcoop, consorcio que es propietario de más de 50 empresas y que no rinde cuentas a nadie, a pesar de ser una cooperativa? Esa característica implica entonces que la vigilancia no era sólo un asunto de los encargados de la salud, y que todo el Estado debió actuar cuando aparecieron los primeros indicios de que algo grave ocurría en esa EPS.Hace unos meses, la Superintendencia le impuso una sanción por más de $600.000 millones a Saludcoop por irregularidades notorias. Esa sanción fue reversada porque, según el actual Superintendente, la demanda que generarían los errores jurídicos de la resolución podría generarle al Estado una pérdida económica enorme. Ahora, la decisión es intervenir, con lo cual el Gobierno se hace cargo de garantizar la prestación del servicio de salud a sus más de cuatro millones de afiliados.Esa es la prueba de la improvisación con que se ha actuado en un servicio público al cual se le dedican cada año $30 billones del presupuesto nacional y mueve otro tanto en aportes de afiliados. La pregunta es por qué se ha mantenido una Superintendencia de apenas 150 funcionarios para vigilar el sistema. Sin duda, una entidad raquítica para controlar las actuaciones de 40.000 o más instituciones vinculadas a la salud. La crisis que destapó hace poco el presidente Juan Manuel Santos está golpeando a todas las EPS del país. Pero los abusos cometidos en Saludcoop no pueden usarse para descalificar a todas esas entidades, muchas de las cuales, como las pertenecientes a las cajas de compensación, cumplen su papel con creces. Lo que lleva a reclamar que se tenga cuidado en las apreciaciones que emiten altos miembros del Gobierno. También es urgente revisar el sistema sin que se piense en liquidar lo que hasta ahora han sido logros indudables. Aunque es impensable volver al modelo en el cual el Estado hacía todo en materia de salud, tampoco puede mantenerse un sistema expuesto al ánimo de lucro, así llegue a cubrir el 90% de la población. Hay que recordar que el Estado invierte $30 billones cada año para mantener ese sistema, por lo cual el espíritu de servicio público debe mantenerse por encima de las aspiraciones de utilidades que mueven a los inversionistas particulares.

AHORA EN Editorial