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La visita del Zar

"...Lo que ha ocurrido es que el partido Demócrata, al cual pertenece el Mandatario, se ha opuesto a los TLC para atender a los sindicatos estadounidenses, fuertes votantes y soportes necesarios de esa organización. No hay entonces razones como la violación de Derechos Humanos, con lo cual se desvió a la opinión pública de ambos países...".

19 de enero de 2011 Por:

"...Lo que ha ocurrido es que el partido Demócrata, al cual pertenece el Mandatario, se ha opuesto a los TLC para atender a los sindicatos estadounidenses, fuertes votantes y soportes necesarios de esa organización. No hay entonces razones como la violación de Derechos Humanos, con lo cual se desvió a la opinión pública de ambos países...".

Reafirmando el aprecio de su gobierno a Colombia, llegó el director de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca. Una visita que si bien demuestra buenas intenciones, no llena las expectativas y aumenta las inquietudes sobre lo que está sucediendo con las promesas de respaldo que ha expresado el presidente Barack Obama desde su llegada al poder.Así lo están demostrando las evasivas de su gobierno frente a la aprobación del Tratado de Libre Comercio entre los dos países, firmado hace más de cuatro años y aún en cola para su aprobación en el Congreso de los Estados Unidos. Llama de nuevo la atención el que ese cuerpo legislativo haya aprobado el TLC con Perú, negociado a la par con el nuestro. Y produce cierta molestia el que ahora sea el gobierno el que plantea aprobar primero el celebrado con Corea del Sur, por encima del de Colombia.Lo que ha ocurrido es que el partido Demócrata, al cual pertenece el Mandatario, se ha opuesto a los TLC para atender a los sindicatos estadounidenses, fuertes votantes y soportes necesarios de esa organización. No hay entonces razones como la violación de Derechos Humanos, con lo cual se desvió a la opinión pública de ambos países. Es un detalle de política interna: aplicar el proteccionismo que, según las uniones, impedirá el desempleo que genera la apertura de sus mercados.Además de hacerse presente en algunas inauguraciones, el señor Gil Kerlikowske llegó anunciando que su gobierno ha solicitado al Congreso de su país una partida de 203 millones de dólares adicionales para programas de prevención de consumo de drogas en Colombia. Lo que indica entonces que ahora el presidente Obama pretende dar un viraje en la política antidrogas que los Estados Unidos han mantenido e impulsado durante varias décadas en América Latina. Con lo cual parecen empezar a marchitarse los aportes que, como el Plan Colombia, se usaron para combatir las organizaciones criminales que han amenazado las democracias de esta parte del mundo, debido al enorme poder de destrucción que les otorga la demanda incontrolada de países consumidores como el vecino norteamericano. Es decir, dentro de muy poco ya no será un asunto de corresponsabilidad en la defensa de las instituciones democráticas, si no un problema de salud pública de cada país, que recibirá la ayuda económica y solidaria del país del norte.Al Zar Antidrogas de Estados Unidos le han llegado inquietudes de sectores colombianos, a muchos de los cuales les parece extraño mantener en vilo iniciativas como la Atpdea, que permite el trato preferencial a los productos nacionales en ese país. Ellos no se explican que una medida que se enmarca en la reciprocidad por la lucha antidrogas y no en la dádiva, fuera prorrogada sólo hasta febrero próximo. No obstante esas inquietudes, el señor Kerilowske debe llevarse una impresión positiva sobre el interés de Colombia de mantener las mejores relaciones con su país y profundizarlas si es posible. Para algo deben servir los muchos años en que nuestra nación ha considerado a los Estados Unidos como su aliado y socio de todas las horas.

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