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La suerte de la Fiscalía

"Colombia es un país aquejado por los hechos de violencia, por la corrupción que afecta al Estado, por las complejas organizaciones criminales que azotan el territorio colombiano y por los delitos que acosan sin pausa al ciudadano del común. Esa realidad, que demanda respuestas del Estado, es la que ha sido desplazada por la interinidad que ha vivido en los últimos años la Fiscalía".

14 de marzo de 2012 Por:

"Colombia es un país aquejado por los hechos de violencia, por la corrupción que afecta al Estado, por las complejas organizaciones criminales que azotan el territorio colombiano y por los delitos que acosan sin pausa al ciudadano del común. Esa realidad, que demanda respuestas del Estado, es la que ha sido desplazada por la interinidad que ha vivido en los últimos años la Fiscalía".

Con el concepto de la Sala de Consulta del Consejo de Estado y la presentación de la terna por el Presidente de la República, se inicia el proceso para escoger el Fiscal General de la Nación. Pueda ser que la Corte Suprema de Justicia actúe con la rapidez que reclama la necesidad de terminar con la interinidad que tanto afecta al organismo encargado de investigar y llevar ante los jueces a los delitos y los delincuentes. Subrayar esa atribución es la mejor forma de entender la importancia de la Fiscalía. Colombia es un país aquejado por los hechos de violencia, por la corrupción que afecta al Estado, por las complejas organizaciones criminales que azotan el territorio colombiano y por los delitos que acosan sin pausa al ciudadano del común. Esa realidad, que demanda respuestas del Estado, es la que ha sido desplazada por la interinidad que ha vivido en los últimos años el organismo judicial. Una interinidad producida ante todo por la incomprensión de la responsabilidad que significa el elegir al Fiscal, y que nada tiene que ver con la integridad de quienes han desempeñado ese cargo. Después de lo ocurrido a partir de la disputa política entre un sector amplio de los miembros de la Corte Suprema y el anterior gobierno, que llevó a dilatar por 15 meses el mandato constitucional de designar al jefe del organismo, que ahora vuelve a afectarse con la anulación de la elección de la doctora Viviane Morales, la Nación reclama que se termine cuanto antes la interinidad. Según el concepto de la sala de consulta del Consejo de Estado, quien resulte elegido deberá desempeñar sus labores hasta el 31 de julio de 2013, fecha en que, según el Alto Tribunal, se cumple el período fijado por la Constitución Nacional. Quiere ello decir que en la práctica se producirá otra especie de relevo provisional por cuanto el titular no tendrá tiempo para fijar una política. Y está la posición expresada por el Ministro del Interior, para quien el período debe prolongarse por cuatro años, es decir, hasta el 2016, con lo cual se produce la primera polémica que pondrá a quien resulte electo en el centro de un debate dañino para la entidad y para la Justicia en general. Sin saberse aún si las afirmaciones del Ministro reflejan la posición oficial del Gobierno, lo que sí está claro es que el presidente Juan Manuel Santos está interesado en sacar a la Fiscalía de las dudas y las polémicas en que la sumergieron las peleas de los últimos años. Por eso es de destacar que haya postulado a las doctoras Mónica de Greiff y María Luisa Mesa, y al doctor Eduardo Montealegre en la terna de la cual la Corte Suprema escogerá el nuevo Fiscal. Es de esperar que los magistrados no se demoren en tomar la decisión, que no vuelvan a las votaciones eternas o a exigir requisitos que no existen en la Constitución. Con ello ayudarán a Colombia a superar la crisis producida por las ambiciones políticas y el espíritu revanchista, además de hacerle un favor inmenso a la credibilidad del Estado de Derecho, seriamente golpeado por los desafortunados sucesos que en los últimos años ha padecido la Fiscalía General de la Nación.

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