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La devolución de Emcali

Preocupa sí el segundo propósito. El actual Gerente Interventor afirmó que la nómina de la entidad tiene padrinos políticos. “Todo el mundo tiene dueño políticamente”, dijo el doctor Ramiro Tafur en entrevista publicada el pasado 3 de mayo. Lo que confirma las dudas que crearon actuaciones de la Superintendencia en el pasado y deja un manto de inquietudes sobre cuál fue la gestión para combatir una de las plagas que llevaron a Emcali al fracaso.

12 de mayo de 2013 Por:

Preocupa sí el segundo propósito. El actual Gerente Interventor afirmó que la nómina de la entidad tiene padrinos políticos. “Todo el mundo tiene dueño políticamente”, dijo el doctor Ramiro Tafur en entrevista publicada el pasado 3 de mayo. Lo que confirma las dudas que crearon actuaciones de la Superintendencia en el pasado y deja un manto de inquietudes sobre cuál fue la gestión para combatir una de las plagas que llevaron a Emcali al fracaso.

El próximo 3 de julio, las Empresas Municipales volverán al dominio del municipio luego de 13 años de intervención por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios. Así como se deben pedir cuentas claras a la entidad interventora sobre su gestión al frente de Emcali, incluidos los señalamientos de la Procuraduría sobre contratación en los últimos años, también es el momento para blindar a la empresa de los males y los vicios que causaron su ruina.Fue un largo y complejo proceso del cual se deben derivar conclusiones y enseñanzas. En primer lugar, Emcali fue siempre el motor del progreso y desarrollo de Cali y el Valle. La forma en que fue administrada durante varias décadas mereció el reconocimiento y fue copiada por entidades como las Empresas Públicas de Medellín hoy líder en Latinoamérica. Pero la mezcla de corrupción y clientelismo, a lo cual se sumó un sindicalismo mal entendido, la debilitaron al extremo en que la nación la intervino para evitar su liquidación y permitir la reestructuración de sus finanzas.Llegó entonces la Superintendencia como agente del Gobierno Nacional para cumplir la promesa de organizarla y devolverla a la ciudad libre de las angustias de una quiebra y, en teoría, de la politiquería que la hizo inviable. Sin duda, gran parte del primer propósito se ha cumplido y aunque con limitaciones, su horizonte es mucho más despejado. Quedan aún tareas por hacer como negociar el plazo para pagar la deuda de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales y decidir qué hacer con el componente de Telecomunicaciones, el cual fue objeto de varios intentos por conseguir un socio adecuado. Pero puede decirse que Emcali ya es capaz de caminar sola y volver a ser el agente de cambio que esperan los caleños. Preocupa sí el segundo propósito. El actual Gerente Interventor afirmó que la nómina de la entidad tiene padrinos políticos. “Todo el mundo tiene dueño políticamente”, dijo el doctor Ramiro Tafur en entrevista publicada el pasado 3 de mayo. Lo que confirma las dudas que crearon actuaciones de la Superintendencia en el pasado y deja un manto de inquietudes sobre cuál fue la gestión para combatir una de las plagas que llevaron a Emcali al fracaso.Más aún cuando la Procuraduría Provincial de Cali emitió auto de apertura de investigación formal el pasado 30 de abril sobre contratos que por valor superior a $20.000 millones fueron realizados entre el 2007 y el 2012. La diligencia, que da origen al informe de la unidad investigativa de El País publicada en la presente edición, da a entender que algo extraño está sucediendo y debe ser investigado antes de recibir la empresa. Ese sólo hecho hace reclamar que a la par con un informe detallado de sus finanzas, el Municipio exija un inventario riguroso y profundo sobre la situación administrativa de la empresa y de las influencias políticas de que habló el gerente interventor. Y que se aceleren los pasos para concretar un Código de Buen Gobierno para cerrar la nefasta presencia del clientelismo y la politiquería en Emcali. Nada sería más dañino para Cali y para la credibilidad de las instituciones municipales que los vicios de antes siguieran amenazando el patrimonio más importante de la ciudad.

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