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La amenaza iraní

La suma de todos estos hechos, desarrollo nuclear, amenazas a la navegación en el Estrecho de Ormuz, fortalecimiento de las relaciones con Rusia y China, sostenimiento del despótico régimen sirio y apoyo desembozado a los radicales palestinos, configura un cuadro en extremo preocupante.

18 de febrero de 2012 Por:

La suma de todos estos hechos, desarrollo nuclear, amenazas a la navegación en el Estrecho de Ormuz, fortalecimiento de las relaciones con Rusia y China, sostenimiento del despótico régimen sirio y apoyo desembozado a los radicales palestinos, configura un cuadro en extremo preocupante.

Febrero de 2012 se inició en el Medio Oriente con amenazantes palabras del presidente iraní Ahmedinejah. “Los arrogantes (refiriéndose a EE.UU.) y los colonialistas (Occidente), crearon un ídolo llamado régimen sionista (Israel). El alma de este ídolo es una historia llamada Holocausto, y el pueblo iraní con coraje y sabiduría ha aplastado a este ídolo para liberar a las gentes de Occidente”, afirmó.Pocos días después, inauguró una tercera planta nuclear a la que dio inicio con barras de uranio enriquecido al 20%, producido en las propias instalaciones iraníes. Aunque aún está lejos del 85% que se requiere para fabricar una bomba nuclear, el hecho es un claro síntoma de que el país de los persas ha adquirido un dominio relativo de la tecnología nuclear y pronto podría llegar a un punto de no retorno en su carrera armamentista.Poco después, el Gobierno iraní probó exitosamente un misil de largo alcance que podría impactar a Israel y creó un incidente en el Estrecho de Ormuz, poniendo en riesgo el suministro del 40% del petróleo que demandan las naciones industrializadas de Occidente.Tales acontecimientos han despertado las alarmas mundiales e incluso los medios se han llenado de especulaciones sobre la eventual posibilidad de una Tercera Guerra Mundial iniciando el Siglo XXI. Guerra que podría ser precipitada por la negativa de Rusia y China para adoptar sanciones internacionales contra los iraníes, un eventual ataque nuclear contra Israel y el cierre de la navegación por el estratégico Estrecho de Ormuz. O incluso por un ataque preventivo de Israel contra las instalaciones nucleares iraníes, para asegurarse de que este país, gobernado por un Presidente fanático, no pueda acceder a armamento nuclear.Mientras tanto, los acontecimientos se están precipitando. Los iraníes han retomado el apoyo incondicional a Hamas, el grupo palestino responsable de la radicalización de posturas en el conflicto con Israel. En el mismo acto en que Ahmedinejah pronunció sus amenazantes palabras y volvió a calificar el Holocausto como un “mito”, el líder palestino de Hamas que controla Gaza, Ismail Haniya, indicó que su pueblo “jamás reconocerá a Israel”. Y para completar, Irán se unió a los países que apoyan el sostenimiento del régimen de dictatorial de Siria, que se encuentra en una guerra de exterminio contra la oposición democrática en este país, visto por los iraníes como una punta de lanza contra Israel.La suma de todos estos hechos, desarrollo nuclear, amenazas a la navegación en el Estrecho de Ormuz, fortalecimiento de las relaciones con Rusia y China, sostenimiento del despótico régimen sirio y apoyo desembozado a los radicales palestinos, configura un cuadro en extremo preocupante, que llevó a la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, a escribir una comunicación a las autoridades iraníes, solicitando retomar el diálogo sobre el desarrollo del programa nuclear, a lo que los iraníes respondieron positivamente.Un alivio, pero se espera que no se trate de una táctica para ganar tiempo, mientras se avanza en los preparativos para desatar un conflicto de alcances incalculables.

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