El robo a Ecopetrol

La trama del multimillonario robo continuado de petróleo, en el que estarían involucradas reputadas empresas, funcionarios de Ecopetrol, integrantes de la Fuerza Pública y grupos criminales como el Eln, es una de las más graves que se han conocido en años recientes y afecta al que, sin duda, es el recurso más valioso para Colombia. Por ello se debe exigir que las investigaciones de la Justicia hagan claridad sobre lo sucedido y lleven a responder a quienes estén implicados.

El seguimiento a la que sería una gigantesca red criminal dedicada a extraer ilegalmente petróleo de los oleoductos de Ecopetrol comenzó varios años atrás. Ya los medios de comunicación habían hecho denuncias que fueron atendidas en su momento por la Fiscalía General de la Nación y que derivaron en que los expedientes terminaran primero en la Justicia y luego en manos de la Corte Suprema.

Según se conoce, los primeros indicios de operación de la red se remontarían al 2015 e irían hasta el 2019, cuando comenzaron las capturas de los presuntos responsables. El modus operandi consistiría en instalar válvulas a lo largo de los oleoductos y poliductos para extraer directamente el hidrocarburo, que después se refinaba ilegalmente para obtener Acpm, nafta, varsol, disolventes y demás derivados.

A través de varias empresas, y presumiblemente con el apoyo de funcionarios de la empresa colombiana de petróleos, así como integrantes de la Fuerza Pública y con el Eln con un papel principal, se gestó el fraude para vender los combustibles dentro del país e incluso exportarlo legalmente. La contaminación con crudo de Venezuela, que sería transportado por el grupo guerrillero desde el vecino país, sería una de las razones por las cuales saltaron las alarmas en Ecopetrol y llevaron a la compañía a pedir una investigación judicial.

Aunque apenas ahora se saben los pormenores, se conoce por ejemplo que el robo continuado habría superado los 80 millones de dólares, que hay varios capturados y se han incautado bienes por cerca de 1,3 billones de pesos a 17 de ellos. Las indagaciones continúan, hay en curso una investigación transnacional, por lo que se espera que nuevos detalles e implicados se destapen próximamente.

Lo sucedido es de extrema gravedad para Colombia y para Ecopetrol, su empresa más importante, que como bien se ha dicho es una víctima en todo este entramado. Aún está por conocerse el verdadero tamaño de impacto económico que significa el robo organizado del principal recurso de la Nación, y se debe descubrir si hay más implicados, si hay algún grado de responsabilidad de las autoridades venezolanas y de la empresa Pdvsa del vecino país, así como la posible participación de otras organizaciones criminales.

La tarea ahora de la Justicia es llegar al fondo del que es un escándalo sin precedentes en la Nación y descubrir todos los detalles e implicados en la gigante red criminal y de corrupción que desangró los oleoductos nacionales. Que caiga con todo su peso y sin contemplación sobre aquellos que participaron en la comisión de delitos tan graves.