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El rastro de Sandy

"Ahora, el turno le correspondió a una de las regiones más poderosas y más poblada de los Estados Unidos. Más de 9 millones de personas fueron sacudidas por un fenómeno natural de más de 1.600 kilómetros de diámetro, el huracán más extenso de la historia, según los meteorólogos, cubrió seis estados y centenares de municipios".

31 de octubre de 2012 Por:

"Ahora, el turno le correspondió a una de las regiones más poderosas y más poblada de los Estados Unidos. Más de 9 millones de personas fueron sacudidas por un fenómeno natural de más de 1.600 kilómetros de diámetro, el huracán más extenso de la historia, según los meteorólogos, cubrió seis estados y centenares de municipios".

A ciento cincuenta kilómetros por hora llegó por fin la tormenta Sandy a la costa este de los Estados Unidos, sembrando destrucción y muerte en una zona poco acostumbrada y por lo tanto menos preparada para enfrentar un fenómeno de esa naturaleza. Hoy, el país más poderoso trata de empezar a resarcirse de los daños que le dejó la ira de la naturaleza.Pocos días antes, Sandy había arrasado al oriente de Cuba, a Haití y las Bahamas, donde produjo 65 muertos y daños que tardarán años en superarse. Su estela de destrucción había dejado en difíciles condiciones a países que cuentan con pocos recursos para enfrentar el embate de la naturaleza. Son naciones que casi cada año tienen que sufrir el paso de huracanes que asolan sus campos y ciudades, obligándolos a recurrir a la ayuda internacional, la cual no siempre llega en los volúmenes y las oportunidades que se requieren.Ahora, el turno le correspondió a una de las regiones más poderosas y más poblada de los Estados Unidos. Más de 9 millones de personas fueron sacudidas por un fenómeno natural de más de 1.600 kilómetros de diámetro, el huracán más extenso de la historia, según los meteorólogos, cubrió seis estados y centenares de municipios. Ciudades como Nueva York o Washington padecieron con impotencia el paso de Sandy, teniendo que cerrar sus sistemas de transporte, la bolsa más importante del mundo y debiendo padecer daños catastróficos en hogares, edificaciones, negocios, sitios públicos.Para entender la magnitud del fenómeno, basta decir que en la zona de Battery Park, al sur de la isla de Manhattan a pocos metros de Wall Street, la inundación subió a cuatro metros, como si fuera una película de ficción. Y como ocurrió con ocasión del ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, la llamada capital del mundo se encontró con otra tragedia, esta vez producida por la naturaleza que, desbordada y feroz, arremetió contra los símbolos del poder económico y la prosperidad. El resultado es desolador a lo largo de la costa noreste de los Estados Unidos: al menos 39 muertos y miles de damnificados, muchos de los cuales se quedaron sin casas de habitación o medios de trabajo. Algunos expertos tratan de explicar el fenómeno como excepcional y debido a circunstancias fortuitas que hicieron coincidir el viraje de la tormenta que usualmente se producen en esta época en el Caribe al sur de los Estados Unidos, con una corriente fría que corría por el norte, produciendo lo que ya se conoce como el peor y más grande episodio climatológico. Otros reconocen en Sandy el efecto del cambio climático, ocasionado por el abuso del hombre en el medio ambiente que sumado a los procesos naturales en un organismo que como la tierra, vive en constante transformación. Difícil por ahora definir cuál es la causa de una tormenta que aún hoy se pasea por el centro de los Estados Unidos, causando zozobra. Pero no hay duda de que en el corto plazo, el hombre deberá investigar sus causas. Y encontrar la manera de enfrentarlo y de proteger a toda la especie humana de la amenaza mortal que significan fenómenos como el huracán Sandy.

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