El año internacional

"...las revelaciones de Wikileaks han puesto al rojo vivo el debate sobre la libertad de expresión en el mundo y, en particular, de la naturaleza de internet como instrumento de libertad".

El 2010 llega a su fin con un sabor agridulce en el panorama internacional. Con excepción del ascenso de China al lugar de segunda potencia, las noticias dejan la sensación de asuntos sin resolver, de conflictos larvados.El mundo no se recupera aún de la crisis financiera internacional, por lo que Europa, la región más afectada por el hundimiento de economías como la griega, irlandesa, portuguesa, española e incluso italiana, no ha podido compensar la hegemonía de Estados Unidos y China, con lo que nos acercamos de nuevo a una nueva bipolaridad universal.De hecho, el conflicto eterno entre las dos Coreas, que surgió apenas pasada la Segunda Guerra, no tendría la virulencia, ni significaría la amenaza que hoy es, si no fuera por el apoyo que el agresivo régimen comunista de Corea del Norte recibe de China, pese a las evidencias que lo señalan como perturbador de la paz mundial. El mundo aún espera que China haga honor a su palabra de convertirse en “garante de la paz y la convivencia pacifica”, al menos en lo que atañe al conflicto en la península coreana.Pero tampoco pudieron registrarse avances en otro viejo frente de batalla, el Medio Oriente. Pese al consenso sobre la necesidad de avanzar hacia la creación del Estado Palestino, aceptada por el propio Estado de Israel en los acuerdos del Cuarteto de Oslo, lo cierto es que durante el 2010 se ha retrocedido, al permitir el asentamiento de nuevas colonias en territorio de Cisjordania y Jerusalén Oriental.Un nuevo detonante, esta vez en el terreno de la subjetividad, ha golpeado la política internacional de Estados Unidos. Se trata de la publicación en el portal Wikileaks de miles de informes y cables originados en las embajadas estadounidenses. Secretos vergonzosos han salido a la luz pública, algunos de los cuales pueden considerarse como intromisión indebida en los asuntos internos de las naciones ‘amigas’ de la potencia norteamericana. Desde luego, las revelaciones de Wikileaks han puesto al rojo vivo el debate sobre la libertad de expresión en el mundo y, en particular, de la naturaleza de internet como instrumento de libertad.Tampoco fue 2010 un año auspicioso para la urgente tarea de detener el calentamiento global. La Cumbre de Cancún sobre el cambio climático se cerró con más pena que gloria y muchos países se quedaron a la expectativa de qué reemplazará al protocolo de Tokyo, que expira en el año 2012 y cuyas metas tampoco serán cumplidas. El planeta se acerca peligrosamente al aumento de 2 grados centígrados en su temperatura, límite tras del cual se encuentran las catástrofes, como lo han advertido multitud de estudios científicos.Colombia, por su parte, inundada por las aguas en un fin de año trágico, registró positivamente el restablecimiento pleno de sus relaciones diplomáticas con Ecuador y la mejoría con Venezuela, tras multitud de roces en el pasado reciente. Y pese a que aún subsisten conflictos por resolver y no termina la lucha contra el narcotráfico, la imagen de nuestro país es otra, más respetable de la que existía hace 10 años.