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Deudas inaceptables

Hoy tenemos una red prestadora de salud a la cual se la está estrangulando por la falta de pagos, lo que es inconcebible en una emergencia como la que viven Cali y el Valle. Nada sacamos con decir que tenemos un sistema que cubre al 98% de la población si éste se detiene por el incumplimiento de las EPS.

27 de enero de 2021 Por: Editorial .

A las deudas que por años arrastran las Empresas Prestadoras de Salud con la red hospitalaria del Valle se suman ahora los dineros que no han pagado por atención de pacientes infectados por el Covid-19. Es otro mal al que se le debe poner remedio y evitar que colapse la atención de las urgencias causadas por la pandemia.

La información la entregó la Secretaria de Salud del Valle, preocupada con razón porque ya son $263.000 millones los que se le adeudan a los hospitales del Departamento, incluidos $42.000 millones facturados por la atención a los enfermos por el coronavirus hasta el mes de diciembre.
Hay casos críticos como los $7600 millones que las EPS no le han cancelado al hospital de Buga, los $6800 millones del Hospital Universitario de Valle o los $5700 de la Red de Salud Pública de Oriente que atiende exclusivamente casos de Covid-19.

Las consecuencias del incumplimiento se manifiestan en hechos como la renuncia de los médicos especialistas que atendían la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Isaías Duarte Cancino, en el Distrito de Aguablanca, porque llevaban cuatro meses sin que les pagaran sus salarios. O la situación agobiante que padece el San Juan de Dios en Cali, a donde llegan personas que viven en la indigencia o en extrema pobreza, donde la cartera vencida crece, se le adeudan meses de sueldo a su personal de salud y no hay ni con qué comprar lo que se necesita para atender a los pacientes.

Es un círculo sin fin: las EPS no pagan, no hay cómo adquirir insumos y sin insumos no hay forma de recibir pacientes en las UCI. En medio del recrudecimiento de la pandemia en Cali y en el Valle, ello significa que un gran número de personas están pagando con su salud y su vida los incumplimientos.

Se reconocen los esfuerzos que realizan los gobiernos tanto nacional como los departamentales y municipales para atender la emergencia del Covid-19, aunque debe haber claridad si la Nación está demorando los pagos a esas entidades. Por ello la Superintendencia de Salud debe obligar a que las EPS respondan los requerimientos e impedir que se conviertan en un retén porque lo que administran son recursos públicos.

Este es un momento que requiere de la solidaridad de las empresas que administran la salud. Esas EPS son parte de la cadena, a las que el Estado les ha entregado la responsabilidad de prestar el servicio y cubrir sus necesidades. Cuando ese eslabón falla, se pone en riesgo la vida de muchas personas, en especial las de escasos recursos económicos.

Con razón el Alcalde de Cali se quejó de las Empresas Prestadoras de Salud, que además retrasan los procedimientos, para honrar sus compromisos. Ahora es la Secretaría de Salud del Valle la que reclama cumplimiento. Son inconformidades sustentadas a las que se les debe dar respuesta.

Hoy tenemos una red prestadora de salud a la cual se la está estrangulando por la falta de pagos, lo que es inconcebible en una emergencia como la que viven Cali y el Valle. Nada sacamos con decir que tenemos un sistema que cubre al 98% de la población si éste se detiene por el incumplimiento de las EPS.

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