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480 años de historia viva

Ayer, Santiago de Cali estuvo de cumpleaños y recibió las felicitaciones de todos los que aquí habitamos. Es innegable que ha sido mucho lo logrado en cuatrocientos ochenta años de historia.

26 de julio de 2016 Por:

Ayer, Santiago de Cali estuvo de cumpleaños y recibió las felicitaciones de todos los que aquí habitamos. Es innegable que ha sido mucho lo logrado en cuatrocientos ochenta años de historia.

Cuatrocientos ochenta años de crecer, de acoger a quien la elija como su lugar de residencia, de superar dificultades y ofrecer oportunidades con generosidad. Esa es la historia de Cali, una ciudad que lucha por ser mejor cada día.En 1536, el adelantado don Sebastián de Belalcázar puso sus pies en una región donde los pueblos indígenas de entonces vivían en medio de siete ríos, con un clima privilegiado y la posibilidad de producir sus alimentos y satisfacer sus necesidades. La llegada de los hombres blancos significó la transformación económica, cultural y racial de la provincia, y desde entonces empezó un proceso de mestizaje y fusión que hoy sigue siendo una de sus características más importantes. Ese rasgo debe unirse al desarrollo que a partir del Siglo XVII significaron los esfuerzos por industrializar la caña de azúcar, para lo cual fue fundamental la adecuación del Valle Geográfico del río Cauca. Después, a comienzos del Siglo XX, la conexión del interior del país con el océano Pacífico y a través de Buenaventura, hicieron de la incipiente ciudad de 50,000 habitantes el epicentro de la región. Así, además de convertirse en capital política del naciente departamento del Valle, Cali se transformó en sede del comercio, de la industria y del crecimiento económico y social en el suroccidente colombiano. Esa característica la llevó a ser escenario de la migración llegada desde casi todos los rincones del país y de muchas otras naciones, llegando a ser la tercera ciudad en importancia y tamaño de Colombia.Pero esas características también le han ocasionado problemas que deben ser enfrentados con decisión para poder superarlos. Con todo y su pujanza, su capacidad para responder a las demandas de trabajo, seguridad, servicios públicos y protección para quienes aquí llegan, ha sido rebasada, creando problemas que sus autoridades tratan de resolver, apelando al empeño y la colaboración de los caleños y reclamando el respaldo que han debido ofrecer los sucesivos gobiernos nacionales, en la medida en que han sido creados por la ausencia del Estado en la región pacífica y en el sur del país. Sin duda, se han logrado éxitos, como el poder atender muchas de las necesidades sociales, al tiempo con el sostenimiento de una economía que muestra un continuado crecimiento y diversificación, en los cuales ha sido fundamental la creación de múltiples centros universitarios públicos y privados. Pero también es cierto que todavía quedan muchos problemas por resolver y grandes desafíos como recuperar la cultura ciudadana como paso necesario para dejar atrás los indicadores de violencia e indiferencia social. Ayer, Santiago de Cali estuvo de cumpleaños y recibió las felicitaciones de todos los que aquí habitamos. Es innegable que ha sido mucho lo logrado en cuatrocientos ochenta años de historia. Sin embargo, también es claro que nuestra ciudad necesita mucho más. Y empieza por que todos quienes aquí vivimos nos preguntemos qué podemos hacer por ella, por construir una sociedad tranquila, por recuperar esa alegría que nos ha hecho conocer en el mundo.

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