Columnistas
¿Y el deporte qué?
Ser deportista de alto rendimiento en nuestro país es prácticamente un milagro.
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14 de ago de 2025, 01:44 a. m.
Actualizado el 14 de ago de 2025, 01:44 a. m.
La semana pasada, reconocidos atletas como los ciclistas Egan Bernal y Rigoberto Urán; y el gimnasta Ángel Barajas (medallista de plata en los Olímpicos de París 2024) lanzaron una alerta por el enorme recorte presupuestal que ha tenido el Ministerio del Deporte en la presidencia de Gustavo Petro.
Las cifras están ahí: el ‘gobierno del cambio’ bajó el presupuesto de $1,3 billones de pesos del 2024 a solo $464.000 millones en este 2025 y, según temen las diferentes federaciones deportivas del país, el recorte para el 2026 podría ser todavía más grande.
Resulta increíble, entonces, entender cómo una política de gobierno que se autodenomina como “potencia mundial de la vida”, ignora un ámbito como el deportivo que, sin exagerar, es el que más alegrías e historias de inspiración le ha traído a Colombia a lo largo de los años.
Ser deportista de alto rendimiento en nuestro país es prácticamente un milagro. Al no contar con un apoyo 100 % integral por parte del Gobierno, son muchos los atletas que han surgido literalmente de la nada y nos han enseñado, con su esfuerzo y tesón, de lo que es capaz el ser humano cuando tiene la voluntad de superarse.
Sin embargo, en un mundo lleno de avances en todo sentido, resulta ingenuo pensar que nuestros deportistas pueden ganar medallas o títulos solo con su voluntad y sin una buena preparación. Si analizamos el rendimiento colombiano en los últimos Juegos Olímpicos, nos damos cuenta que el nivel ha venido en decadencia, y esto tiene que ver con la poca prioridad que se le viene dando al deporte.
En Río 2016, las mejores justas de nuestra historia, se ganaron 3 medallas de oro, 2 de plata y 3 de bronce gracias a un ciclo olímpico impecable, en donde muchos de los vencedores contaron con el gran apoyo del entonces llamado Coldeportes.
La transición hacia Tokio 2020 dejó solo cuatro platas y un bronce, mientras que en París 2024 la producción bajó a tres platas y un único bronce.
Bajo ese panorama, la gran pregunta es qué podremos esperar de nuestra delegación nacional en los Juegos de Los Ángeles 2028, teniendo en cuenta que la reducción en el presupuesto para el deporte es de más del 70 %.
El deporte, que siempre ha sido una puerta de salvación para muchos jóvenes en este país lleno de desigualdades, violencias e intolerancia, podría llegar a agonizar si no hay una reacción rápida y un llamado a la unión por parte de esos atletas que ya lograron triunfar y que saben lo difícil que es venir desde atrás sin tener recursos.
“El deporte es importante para transformar la juventud en Colombia”, dijo a modo de protesta hace unos días Rigoberto Urán, y si ustedes repasan su historia, se darán cuenta que tiene toda la razón.

Periodista apasionado por los deportes, los goles, la literatura y la redacción digital. Vinculado a mi casa, El País, desde el 2013.
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