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Vivió para servir

Abogado Javeriano y paralelo al ejercicio profesional, estuvo desde siempre vinculado con causas sociales y prefirió dejar a un lado el lucro económico que poco o nada le interesó.

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Mario Fernando Prado
Mario Fernando Prado. | Foto: El País.

31 de oct de 2025, 02:11 a. m.

Actualizado el 31 de oct de 2025, 02:11 a. m.

“Nunca se enaltece tanto un hombre como cuando se arrodilla para ayudar a un niño”. Con esta consigna, el Club Activo Internacional 20-30 inició sus actividades en Cali hace ya unos 40 años. Conformado por un grupo de amigos entre los 20 y los 39 años, esta entidad sin ánimo de lucro realizó un sinnúmero de actividades sociales encaminadas a recaudar fondos para la niñez desamparada.

Esta organización internacional, que aún existe en Cali y en otras ciudades centroamericanas, tuvo entre su grupo de fundadores a Julián Garcés con quien compartí la planeación de muchos eventos, naciendo así una gran amistad que perduró con los años.

Julián, nacido en cuna de oro, único hijo de Julián Garcés Córdoba y de María Teresa Holguín, quien de soltera inspiró al poeta Carranza su inmortal Soneto a Teresa -en cuya frente el cielo empieza- fue llevado desde muy niño a Suiza y a Inglaterra para aprender sus primeras letras y adquirir una visión del mundo que marcaría su ciclo vital.

Abogado Javeriano y paralelo al ejercicio profesional, estuvo desde siempre vinculado con causas sociales y prefirió dejar a un lado el lucro económico que poco o nada le interesó.

Ello no significó que no hubiera sido empresario y hasta productor de la película Tacones con Clara María Ochoa, quijotada que no dejó utilidades para nadie. Igualmente, le jaló a la construcción y a las actividades bancarias, pero repito, lo suyo era servir.

Fue entonces cuando se creó Amigos Ochenta, del cual fue fundador y directivo, grupo que tuvo sucursales en Bogotá, Medellín, Cartagena y hasta en Popayán. Allí Juliancito -como cariñosamente le decíamos- prosiguió en su quehacer fundacional que lo llevó a ser miembro de muchas juntas directivas de servicio social a las que sirvió con la solidaridad que le caracterizó.

Posteriormente, se vinculó con la Universidad Javeriana de Cali en donde laboró por varias décadas en la cátedra y en distintas posiciones directivas, dejando su impronta de servir tanto a sus colegas como a los estudiantes que recurrían en busca del sabio consejo que prodigó siempre dentro de la reserva y la modestia que le caracterizaron.

Ahora último, y ya retirado y pensionado, se dejó tentar por el Nuevo Liberalismo siendo candidato al Concejo con tan mala suerte para Cali que no resultó elegido, perdiendo la ciudad un edil de las más altas calidades y cualidades, pero con una alta votación que corroboró el profundo afecto y respeto que por él sentíamos.

Julián Alberto Garcés Holguín, mi líder insigne, nos ha dejado huérfanos de alguien que como él vivió para servir y sirvió para vivir. A Connie, su viuda, cómplice y compinche, a María Ximena y a Rafa, un abrazo tan grande cómo esta amistad que nos seguiremos profesando en las próximas vidas.

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Posdata: Ojalá que esta noche no sea otro viernes negro, como todas las noches del Halloween, qué pasó de ser el día de los niños, al día del terror.

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Posdata 2: Insisto, persisto y no desisto: ¡NOS UNIMOS O NOS HUNDIMOS!

Administrador de Empresas, Abogado y periodista por vocación. Director y fundador de MF Publicidad Mercadeo Limitada, al igual que de los programas Mario Fernando Piano y Oye Cali. Galardonado en dos oportunidades con el premio Simón Bolívar de periodismo. Escribe para El País hace más de 40 años.

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