El pais
SUSCRÍBETE
Mario Fernando Prado

Columnistas

Señoritas o señoras

“Señoras o señoritas, damas, princesas, reinas, encantos, amorcitos, bomboncitos”, llámenlas como quieran, pero tengan hoy con ellas un detallito o un detallazo

8 de marzo de 2024 Por: Mario Fernando Prado

Con ocasión del Día de la Mujer, que se celebra hoy, quiero referirme a un tema del cual hablamos en Oye Cali en el día de ayer, con mi contradictora de cabecera desde hace más de medio siglo, la psicóloga Gloria H.

Se trata de la diferencia que hay entre una señorita y una señora y la moda de llamarlas a ambas -sobre todo en los restaurantes- ‘damas’.

Un mesero, bastante avezado en el manejo de la clientela femenina, manifiesta que decirles damas es lo mejor, porque le ha pasado en varias ocasiones que ha saludado a una mujer ya entrada en años diciéndole señora y esta le ha corregido espetándole: “¡Señora no, señorita!”, y viceversa.

Entonces, ¿cuándo se es lo uno y cuándo se es lo otro? El diccionario de la lengua reza que se es señorita cuando se está soltera y señora cuando se está casada. Pero entonces, ¿cómo se les dice a las muchas mujeres que sin estar casadas son mamás? ¿Y cómo a las rejuntadas? ¿Acaso siguen siendo señoritas?

Otra corriente sostiene que señoritas son las optaron por no casarse y las que comúnmente se les llaman quedadas o solteronas y las que no han visto a Dios, aunque así se hayan dado, ocasionalmente, sus sorbos de varón, ameritarían su enseñoramiento.

¿Y qué me dicen de las concubinas, las amantes, las mozas, las queridas y las amancebadas? Se merecen el título de señoras, así no hayan parido vástago alguno.

Menos mal que ahora y gracias a sus estudios, son muchas las mujeres que son doctoras hasta sin serlo y, problema solucionado. Pero insisto, ¿y las otras?

Una opción, pero más confianzuda, son aquellos términos como ‘mi amor’, ‘mi tesoro’, ‘belleza o bellesura’ y el empalagoso ‘mami o mamita’ que exaspera a más de una.

A estas horas de la vida, hay señoritas muy enseñoreadas y señoras muy señoriteras u francamente no hay cómo llamarles, siendo el término ‘dama’ la mejor opción.

Ojalá sucediera lo mismo con los hombres a los que siempre se les dice ‘señores’, así tampoco lo sean, solteros, casados o rejuntados, a no ser que les llamemos ‘señoritos’, con su espantosa derivación de ‘señoritingos’, porque el ‘señoritingas’, para ellas da mucho qué pensar

Un amigo todo floripondio usaba unos términos de una originalidad cursilona como, por ejemplo, llamaba a una amiga ‘mi flor de lilolay’ o ‘mi diamante de Calcuta’ y otro bien osado le decía a otra ‘mi virgen de media noche’ y la muy ingenua quedaba agradecidísima.

“Señoras o señoritas, damas, princesas, reinas, encantos, amorcitos, bomboncitos”, llámenlas como quieran, pero tengan hoy con ellas un detallito o un detallazo o incluso ‘un beso y una flor’.

***

Posdata. ¿El femenino de don es doña o el masculino de doña es don?

AHORA EN Columnistas