FUERZAS ARMADAS DE COLOMBIA
El que mucho abarca...
La semana anterior, Petro experimentó en carne propia lo fácil que se salen las cosas de las manos
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10 de mar de 2023, 11:35 p. m.
Actualizado el 18 de may de 2023, 03:05 a. m.
...poco aprieta. Eso dice la sabiduría popular. Al Gobierno le gusta bautizar muchas cosas como populares, pero no pone atención a enseñanzas como esta. Por el contrario, pretende lograr, simultáneamente, toda clase de cambios. La semana anterior, Petro experimentó en carne propia lo fácil que se salen las cosas de las manos y ojalá haya entendido la necesidad de serenarse en su manera de actuar y de buscar consensos antes que seguir generando tensiones y enfrentamientos. De lo contrario, tratando de hacer tanto a la vez se le va a ir su período en apagar incendios.
Se ha comentado que Petro quisiera dejar como uno de sus principales legados el de la Paz Total. Resulta evidente que algo tan ambicioso y complejo requeriría de una gran dedicación del Presidente y de un equipo muy calificado para apoyarlo en ese propósito. Pues bien, la infinidad de proyectos, la cantidad de viajes, las polémicas que surgen de cada una de sus ocurrencias y los avatares del día a día, que tiene cualquier gobierno, hacen que su dedicación a este tema resulte muy limitada. Se esperaría entonces que tuviera un equipo muy sólido y con apoyos de mucho tipo para lograr algo tan ambicioso.
Un foro de la revista Cambio titulado ‘Hacia dónde va la democracia’ y una presentación de Eduardo Pizarro, gran conocedor, ayudaron a evidenciar la improvisación y la debilidad del Gobierno en ese frente. Conocedores del tema y muy experimentados participantes, recordaron las diferencias tan grandes que hay entre negociar con grupos de origen político y muy complejos en su estructura y mando, como el Eln, y lo que puede ser una negociación con narcotraficantes, mineros ilegales, extorsionistas y delincuentes de todo tipo.
Solo lo del Eln necesitaría planeación y estudio, pero, sobre todo, una política de seguridad clara que les muestre que negociar es una opción mejor que seguir en sus actividades. Esto solo se logra si hay la disuasión de unas fuerzas del Estado con un mandato claro. Lo que se ve es que no hay ni planeación del proceso, ni un equipo robusto. Y esto solo por mencionar lo del Eln.
La inexistencia de una política de seguridad y la confusión de los organismos de seguridad, por la ambigüedad de las directrices que les da el gobierno terminan en desastres como los del Caquetá y el bajo Cauca. Las Fuerzas Armadas y de Policía están debilitadas, además, por la pérdida de experiencia acumulada de los altos mandos descabezados. Tal vez más grave, lo que hay es un equipo de gobierno sin experiencia y con la ingenua aspiración de que una sola persona, el señor Rueda, puede manejar este complejísimo ajedrez simultáneo que sería la Paz Total.
Si a esto se le suman los mensajes que está mandando el Gobierno de suavizar las penas, de buscar la excarcelación de muchos con la ingenua aspiración de volverlos gestores de Paz y episodios como el del cinismo del Ministro del Interior llamando “cerco humanitario”, que a todas luces fue un secuestro, lo que nos espera no es muy promisorio.

Ingeniero industrial, Presidente de Asocaña por casi veinte años, consultor privado y miembro de múltiples juntas directivas en los sectores financiero, industrial, energético, servicios, educativo y de investigación. Escribe para El País hace más de veinte años.
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