Columnistas
Navidad y acción de gracias
Sueño con una especie humana consciente que sea digna de mostrarse ante el universo. Una especie armoniosa y libre de los odios y polaridades que ahora son el ‘pan de cada día’
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16 de dic de 2025, 01:56 a. m.
Actualizado el 16 de dic de 2025, 01:56 a. m.
El origen de la Navidad es una mezcla de celebración cristiana del nacimiento de Jesús (aunque la fecha no es bíblica) y antiguas fiestas paganas romanas como las Saturnales (diciembre) y la adoración al Sol Invictus (25 de diciembre), el solsticio de invierno, que la Iglesia adoptó estratégicamente alrededor del siglo IV para facilitar la conversión de los pueblos y asociar el ‘renacer del sol’ con el ‘nacimiento del Hijo de Dios’.
Santa Claus es una figura que combina a un obispo generoso (San Nicolás), mitos folclóricos europeos (Sinterklaas) y una iconografía popularizada por la cultura estadounidense del Siglo XIX y las campañas publicitarias, resultando en el icónico personaje que reparte regalos hoy en día.
La festividad del Día de Acción de Gracias (Thanksgiving) no fue buena para los nativos americanos; para muchas comunidades indígenas, representa un día de luto y recuerdo de la colonización, el despojo de tierras, la pérdida cultural y la masacre, a pesar de la narrativa popular de amistad entre peregrinos y Wampanoag, que en un tiempo sí se dio, pero posteriormente esa relación se deterioró rápidamente hacia la violencia y el genocidio, siendo la fiesta un recordatorio del inicio de su casi exterminio y opresión.
Como podemos ver, estas celebraciones adoptadas por nuestra cultura suramericana provienen de otros lados y no son lo que nos han hecho creer. Tienen unos orígenes no necesariamente verdaderos y acomodados, ya sea para dominación religiosa o la explotación comercial de las grandes empresas.
Sabiendo esto yo me he apartado de esas celebraciones, ya que por ejemplo el mes de diciembre se ha convertido en un dolor de cabeza, es el mes que más se bebe, más asesinatos y más pólvora que atormente la fauna. Claro está que también hay familias que aprovechan esa ocasión para reuniones familiares con mucho amor.
Sueño con el momento que nuestra especie revalúe sus preferencias y escojamos caminos donde se resalte cosas que inviten a la verdadera convivencia en paz y el respeto por las tradiciones originales de nuestros pueblos, donde se cante y se baile y se honre la vida y las diferencias.
Será que si hay vida en otras partes de las galaxias y tienen la posibilidad de vernos, nos vean como unos salvajes, maltratando animales y generándoles terror en una fiesta que supuestamente se celebra el nacimiento de Jesús, el salvador de la humanidad. Sueño con una especie humana consciente que sea digna de mostrarse ante el universo. Una especie armoniosa y libre de los odios y polaridades que ahora son el ‘pan de cada día’.
Bueno, dejo esta reflexión, sé que hay cada vez más personas entrando en conciencia y seguramente, eso espero, que llegue una nueva generación, que sí sepa hacer las cosas bien y se acabe la barbarie actual, que venga ese tan anhelado Reino de los Cielos.
A las personas que lean esta columna, por favor, multipliquemos el mensaje, ¡No a la pólvora!

Profesional de la fotografía en el Art Institute de Fort Lauderdale. Trabaja en el programa OYE CALI de la X Todelar y el canal Internacional FASHION TV esta emitiendo actualmente en su programa Phothographer Profile Un programa de 30 minutos dedicado a su vida profesional. Escribe para el diario El País desde el año 2008.
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