Los días de Temascal

Dentro de las ceremonias de los indios del norte de México y el sur de Estados Unidos hay una en particular que tiene una magia especial, El Temascal. Se practica desde tiempos ancestrales y en estos tiempos modernos ha vuelto a coger fuerza ya que muchas personas encuentran en el ‘sweat lodge’ o baño de vapor, una excelente manera de agradecer y pedir al Gran Espíritu o al Gran Misterio. Es una ceremonia sencilla donde se vuelve simbólicamente al vientre materno, dentro de un Inipi (carpa sagrada en forma redonda), allí se entran unas ‘abuelitas piedras’, calienticas, que vienen de un fuego que está enfrente de la puerta del Inipi. Una vez las personas y las piedras están adentro se cierra la puerta y en total oscuridad se vierte agua con hierbas medicinales a las abuelitas y en el calor ancestral se canta, se ora, se pide, se agradece, se está en silencio. Hay un hombre sagrado que es el que corre el temascal y el que da la palabra al que la solicite. Otro está afuera cuidando el fuego e introduciendo las abuelitas que se entran simbólicamente en tandas de siete durante las cuatro puertas del ritual, o sea cuatro veces se abre la puerta honrando las cuatro direcciones, las cuatro estaciones, los cuatro elementos, tierra, agua, aire y fuego.Toda la numerología tiene algún significado ya que el Inipi se construye con 16 varas rodeadas de 4 anillos y así se viene haciendo por cientos o miles de años. Es un momento de recogimiento y honra, de agradecimiento y petición, sagrado. Dentro de esta casita sagrada intentamos volvernos mejores personas acercándonos a nuestra Madre Tierra, reconociendo nuestro origen y respetando lo ritual que de cierta manera el hombre moderno ha ido perdiendo.Es el momento de entrar en conciencia y corregir comportamientos que nos hacen daño a nosotros y a otros, tiempo de soltar los miedos, vivir más libres y livianos, vivir una vida más enfocada en servir, ayudar, compartir, en fin, en ser mejores seres humanos.Pasó el 2012 y entramos en el 2013 con una gran responsabilidad de recuperar la grandeza de nuestra especie. Somos la única especie que no es indispensable para que la vida continúe exuberante en este hermoso planeta. Si no miren cómo en los sitios donde no hemos entrado el balance se ha mantenido por miles de años, como en las selvas, montañas, ríos y mares.El recuperar la parte ritual de nuestra esencia se convierte en algo fundamental para frenar la destrucción y la violencia y entrar en una nueva fase de una humanidad más consiente y más equilibrada, más generosa y menos mezquina.Sea cual sean nuestras escogencias espirituales o filosóficas, no perdamos las ceremonias y los rituales que nos acercan a la parte grande y generoso de nuestro espíritu, yo por mi parte seguiré siendo Temas Calero.