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“Volveré”: Trump

Una frase dicha en el momento preciso, por breve que sea, y de acuerdo a las circunstancias históricas, puede ser siempre recordada:

21 de enero de 2021 Por: Medardo Arias Satizábal

Una frase dicha en el momento preciso, por breve que sea, y de acuerdo a las circunstancias históricas, puede ser siempre recordada: el general de cinco estrellas Douglas MacArthur, después de una campaña guerrera como comandante supremo en el Pacífico y luego de ser considerado un héroe en Filipinas, donde fue mariscal de Campo en la Segunda Guerra Mundial, dijo solamente: “Volveré”.

Había nacido en Little Rock, Arkansas, y al momento de su retiro era ya un consumado fumador de cachimba, con la que se le vio en todas sus fotos célebres. Fumaba con pipa de maíz, como los campesinos filipinos, hablaba en tagalo y fue sin quererlo, por mucho tiempo, el modelo de las gafas Ray-Ban de la compañía Bauch & Lomb.

Dentro de cinco días, este 26 de enero, se cumplirán 141 años del nacimiento de MacArthur y se le rendirá homenaje en el museo que lleva su nombre en Arkansas. Republicano, como Trump, fue destituido el 11 de abril de 1951 por el presidente Harry S. Truman, el mandatario que ordenó la bomba atómica en Hiroshima. MacArthur fue considerado en Washington como un ‘héroe incómodo’. Decía lo que le salía de las charreteras y mostraba poco respeto al poder político.

Por circunstancias del destino, Donald Trump, presidente número 45 de los Estados Unidos de América, esgrimió la misma frase de MacArthur antes de abordar el helicóptero Marine One que lo llevaría a la Base Andrews en Maryland, para después seguir al inicio del que quizá será su retiro dorado en Florida. Solo que él agregó algo que inquieta a demócratas y republicanos: “Volveré de alguna manera”. Y agregó:
“Siempre lucharé por ustedes; estaré observando, estaré escuchando...”.

Quienes hoy denostan a Trump, parecen desconocer que cerca de 75 millones de estadounidenses votaron por él y logró consolidar una economía sana, en alza, antes que la pandemia afectara a la nación, como ocurrió en todos los pueblos del mundo.

A las 8 de la mañana de ayer antes de embarcar en el emblemático helicóptero, dijo a los periodistas que ser el comandante en jefe de los Estados Unidos, constituyó para él “un gran honor”.

Se fue con el “milagro” de tener una vacuna contra el Covid-19 en un plazo de nueve meses. Le deseó “gran éxito” a Biden, y le recordó que tiene “los cimientos para hacer algo espectacular en los próximos cuatro años”.

Melania, su esposa, ángel sensible, estuvo al lado de los niños abandonados por ‘coyotes’ en el desierto de Arizona y es muy probable que no haya estado de acuerdo con el gesto de no recibir a Jill Biden, la nueva primera dama, para mostrarle los rincones familiares de la Casa Blanca, lugares que el nuevo mandatario conoce bien por su vicepresidencia en tiempos de Obama.

El nuevo mandatario regresó a Washington en un vuelo comercial, después de despedirse de Delaware y llorar al recordar a su hijo Beau, quien falleció hace cinco años.

Es la primera vez que un mandatario no empalma cortésmente con otro en 150 años de historia estadounidense.

Trump afirma que ganó las elecciones y fue víctima de fraude. Hoy tendrá bastante tiempo para demostrarlo, a través de un libro o pruebas contundentes, mientras del lado demócrata crecerá el interés en anular sus futuras aspiraciones políticas.

Pudo gobernar a punta de Twitter, el portal donde tiene millones de seguidores, el mismo que le fue cancelado temporalmente por supuestamente instigar una sublevación que ha condenado ya en dos ocasiones. Se refugió en esta red social por la enemistad manifiesta de los grandes medios estadounidenses, Washington Post y The New York Times, entre otros.

MacArthur nunca regresó a guerrear en el Pacífico. Es muy probable que Trump desee volver a Washington dentro de cuatro años, remasterizado, aunque, como el General destacado en Filipinas, con la conciencia de ser “un héroe incómodo”.

Sigue en Twitter @cabomarzo

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