El pais
SUSCRÍBETE

The Cavern, 61 años

Cada vez que escucho ‘I wanna hold your hand’, un rocío de frescura viene desde el pasado.

20 de julio de 2022 Por: Vicky Perea García

El puerto de Liverpool celebró recientemente los 61 años de aparición de los Beatles en un bar llamado ‘The Cavern’, lugar que rinde culto a esta música que cambió el mundo.

En Nueva York, desde el Hotel Ameritannia en Manhattan, salen cada verano hordas de jóvenes-viejos, en busca del último entorno que rodeó al Beatle John Lennon. Parte del tour marcha hacia el Bowery, hacia el CBGB, el lugar emblemático donde Ramones, Jerry García y sus ‘Muertos Agradecidos’ se hicieron grandes, donde Patty Smith cantaba como si disparara descargas eléctricas. Al bajar por el barrio chino y atravesar el Bowery, se llega a ‘Ramones Street’, frente al CBGB. Templo del Rock, congelado en el tiempo, con sus paredes repletas de grafitis, su hedor a noches guardadas, sus micrófonos quietos como a la espera del concierto.

Las hordas toman el tren hasta la estación más cercana a Central Park donde se alza el edificio Dakota, el lugar donde un 8 de diciembre de 1980, un admirador desencantado disparó contra el Beatle. Esta experiencia la recuerdo así: Era ya noche y el Dakota lucía su estampa gótica; un par de antorchas encendidas iluminaban a retazos la puerta ancha por donde salió el músico al que Norman Mailer llamó “un genio del espíritu”.

Un portero solitario ve llegar a los curiosos; a diferencia de la antipatía que exhiben los guardianes a todo lo largo de Park Avenue, Lexington y otras zonas exclusivas de Manhattan, este es amable y conversador. Le preguntan si la viuda de Lennon todavía vive ahí, y señala a una ventana iluminada arriba, en el séptimo piso. "Sí, ella vive todavía aquí, con su hijo Sean… apartamento 72; a veces van de viaje, pero ahora están en la ciudad…”.

Era verano y del parque venía un viento caliente y fragante, como una caricia. Los visitantes se estremecen al ver la ventana iluminada arriba, y se despiden pronto, como si estuvieran de acuerdo en guardar la debida distancia delante del mito.

Los buscadores de Lennon se inclinan sobre el círculo de cerámica, en el borde del Central Park contiguo al Dakota, donde los adoradores de su música escribieron ‘Imagine’, y donde cada noche, gente desconocida deja ramos de rosas, velas encendidas. El aviso ‘Strawberry Field’, señala el sendero hacia el bosque ya en penumbras.

En 1940, cuando nace Lennon, Liverpool era entonces un puerto en decadencia. Bajo sus grúas oxidadas y barcos que iban y venían, se fraguaba, no obstante, un interesante movimiento musical. Desde América llegaban los acetatos de Ray Charles, Chuck Berry, Little Richard, la simiente del rock estadounidense y del ‘Rhythm and Blues’, una música que al joven John Winston Lennon, le atraía poderosamente.

Nunca negó que la música americana, la que llegaba a los muelles de Liverpool, había sido su primera gran inspiración. Con Paul McCartney, creó su primera agrupación, y luego se unieron a ella Ringo Star y George Harrison, con quienes patentaron la agrupación ‘Long John and the Silver Beatles’, un largo nombre que sería después, solamente, ‘The Beatles’. Inicialmente, tocaban en bares de mala muerte, en el barrio chino de Hamburgo, hacían giras por Escocia, y hasta tenían como cortina musical a una experta en Streap Tease, pero todos estos malos tiempos llegaron a su fin, cuando se convirtieron en el grupo de planta en ‘The Cavern’, ubicado en un subterráneo, donde los descubriría en 1961, Brian Epstein, un empresario que firmó con ellos al 25 por ciento de todo contrato.

Lennon, como Michael Jackson, como Carlos Gardel, se despidió joven. Antes de morir en 1980, presentó su álbum ‘Double Fantasy’ donde confesó su amor por Yoko y por su hijo Sean.

Cada vez que escucho ‘I wanna hold your hand’, un rocío de frescura viene desde el pasado. Estos cuatro genios inspiraron estos ritmos que son como canciones de cuna para un mundo desencantado. El planeta de hoy los recuerda con veneración y agradecimiento.

Sigue en Twitter @cabomarzo
Sigue en Twitter @cabomarzo

AHORA EN Medardo Arias Satizabal