Columnistas
La regeneración es un llamado que no podemos ignorar desde el sector empresarial
Las empresas tenemos la responsabilidad -y el poder- de convertir nuestras operaciones en motores de restauración ambiental, cohesión social y bienestar colectivo.
Siga a EL PAÍS en Google Discover y no se pierda las últimas noticias

25 de sept de 2025, 02:30 a. m.
Actualizado el 25 de sept de 2025, 02:30 a. m.
El mundo está en un punto de inflexión. Las crisis ambientales, la desigualdad social, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático nos recuerdan que el modelo lineal de desarrollo -basado en ‘extraer, producir y descartar’- ya no es viable. Hoy no basta con reducir o compensar impactos: necesitamos regenerar.
En Natura creemos que las empresas no solo pueden, sino que deben ser parte de la solución. Nuestra Visión 2050 refleja esa convicción: para mediados de siglo seremos una empresa regenerativa, en la que cada proceso alimente a la naturaleza, a las comunidades y a las relaciones entre ambas, generando impacto positivo en los capitales natural, social y humano, además del financiero.
Regenerar va más allá de ‘sostener’. Significa restaurar los sistemas de los que dependemos y fortalecer su capacidad para evolucionar hacia mayores niveles de salud, resiliencia y abundancia. Es dejar de enfocarnos únicamente en mitigar daños para pasar a un modelo de enriquecimiento mutuo: negocios que prosperan porque ayudan a prosperar la vida.
En la práctica, esto ha implicado transformar nuestras cadenas de valor en redes circulares y de bajo carbono; diseñar productos con la menor huella ambiental posible; usar bioingredientes amazónicos de manera justa, generando ingresos para las comunidades que la habitan y protegiendo la selva en pie; y medir de forma transparente el impacto socioambiental de nuestras operaciones a través del Integrated Profit & Loss, herramienta que ya confirma que somos una compañía con saldo positivo para el planeta.
Pero nuestro llamado va más allá de Natura: queremos invitar a otras empresas a dar el paso de la sostenibilidad a la regeneración. Antes, el objetivo era ‘no empeorar’ la situación; hoy, la regeneración nos reta a dejar el mundo mejor de lo que lo encontramos. Las empresas tenemos la responsabilidad -y el poder- de convertir nuestras operaciones en motores de restauración ambiental, cohesión social y bienestar colectivo.
Es un desafío ambicioso, pero alcanzable si lo asumimos juntos y trabajamos de manera coordinada con proveedores, autoridades, inversionistas, academia, sociedad civil y clientes. La naturaleza nos da el ejemplo: los ecosistemas más resilientes son aquellos más diversos y cooperativos. Sigamos esa lógica y formemos coaliciones que nos permitan innovar, redistribuir valor y escalar soluciones.
Natura nació en 1969 para promover el ‘Bien Estar Bien’, cuidando a las personas y sus relaciones. Más de medio siglo después, reafirmamos ese propósito con una mentalidad regenerativa. Queremos inspirar a que otras organizaciones siembren también sus propias semillas de cambio.
La regeneración no es un ideal romántico, es un imperativo de supervivencia, pero también es una oportunidad de negocio: las empresas que regeneran atraen talento, inversionistas y clientes que buscan propósito y construyen resiliencia en un mundo incierto.
Si en 2050 miramos atrás, que podamos decir que esta fue la década en que las empresas decidimos pasar de ser parte del problema a ser parte activa de la solución. En Natura ya estamos sembrando ese futuro. La invitación está abierta: hagámoslo juntos, porque la vida —la de todos— depende de esto.
6024455000





