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Las hazañas de Corpacoros

La actividad cultural en la provincia es casi clandestina porque los medios...

20 de agosto de 2015 Por: Julio César Londoño

La actividad cultural en la provincia es casi clandestina porque los medios de comunicación mantienen el foco puesto en las grandes ciudades. Y en el orden público y en la crónica roja: “¡Un perro le arrancó la nariz a una niña en Cereté!”. “¡Asaltada una tienda en Suba!”. Mientras tanto, se quedan sin cubrimiento eventos culturales meritorios que realizan las ciudades intermedias. Son actividades organizadas por gestores que abren opciones de vida para la gente y trabajan con los escasos recursos que obtienen del Estado y de la empresa privada, que nunca es mucho porque funcionarios y gerentes sufren de la misma miopía: creen que el arte es una cosa suntuaria y, por ende, secundaria. Uno de estos gestores es Corpacoros, un entidad privada sin ánimo de lucro creada en 1995 por un grupo de amigos de la música en Buga, cuyo objetivo es promover el desarrollo coral: formar agrupaciones infantiles y juveniles en escuelas públicas, realizar eventos con la participación de coros nacionales y extranjeros, cualificar directores, formar públicos e impulsar formas asociativas del movimiento coral.Son muchos los logros de Corpacoros en este lapso: más de 100 mil espectadores en sus conciertos, 19 versiones del Encuentro de Música Coral Colombiana con la participación de más de 300 coros conformados por más de 6000 mil coreutas, presentación de coros de Argentina, Estados Unidos, Puerto Rico, Costa Rica, Ecuador, Perú, Venezuela, Aruba, Méjico, 10 encuentros nacionales de coros infantiles y juveniles con la actuación de más de 100 agrupaciones y alrededor de 3000 muchachos en escena, 1500 niños y jóvenes que han recibido su formación musical inicial.Es oportuno subrayar que la verdadera razón de ser de Corpacoros estriba en establecer convenios con colegios públicos para que niños y jóvenes reciban la formación que requiere ese viejo y dúctil instrumento, la voz humana. Cuatrocientos directores nacionales han participado en talleres dictados por maestros de Estados Unidos, Argentina, Chile, Méjico, Cuba, España, Venezuela y Colombia. Que todo esto haya sucedido en Buga y en apenas en 20 años, es algo que solo se explica por la mística a prueba de ruidos de los gestores de Corpacoros. Del 15 al 18 de octubre, los mejores coros nacionales y dos internacionales estarán en el XX Encuentro de Música Coral Colombiana. Interpretarán todas las músicas del mundo en 30 conciertos en Buga, Cali, San Pedro, Zarzal y Roldanillo. En Colombia las organizaciones culturales viven en continua zozobra pues dependen en gran parte de los aportes que obtengan de los proyectos que presentan a las entidades gubernamentales, y el presupuesto estatal para la cultura siempre es ‘chichi’. Y la empresa privada, por su parte, prefiere apoyar eventos en grandes ciudades, que le garantizan un retorno importante de la inversión en términos de imagen corporativa. La celebración de los 20 años se vuelve una ocasión propicia para lanzar un grito de auxilio e invitar a los medios de comunicación al cubrimiento de este Encuentro y a darle la promoción se merece. Para que alguien le cuente a los gerentes que este es un proyecto que encaja en sus políticas de responsabilidad social y para que se vinculen a Corpacoros personas que compartan con estos amigos el deseo de trabajar por construir un mejor país.