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Una gran apuesta por la inversión

Es claro que el Valle y Colombia se están jugando su futuro y el bienestar de las próximas generaciones. Definir el rumbo del país es la gran responsabilidad que tienen en sus manos los líderes públicos y privados...

28 de junio de 2019 Por: Julián Domínguez Rivera

Son las regiones el núcleo a través del cual se genera la competitividad de los países. En este marco su principal objetivo es construir una plataforma que les permita ser más eficientes, generar intercambios con mercados internos y externos y mostrarse al mundo para atraer inversión, conocimiento y nuevas oportunidades para su capital humano.

El Valle y Cali, una región cosmopolita por naturaleza, históricamente han tenido claro este norte. Desde las gestas de principios del siglo pasado para la construcción del ferrocarril al Pacífico, la Vía al Mar y el Puerto de Buenaventura, todo con el objetivo de conectarse con Colombia y el mundo, hasta la creación de una institucionalidad que liderara los proyectos colectivos y la organización y fortalecimiento de sus empresarios, con la Cámara de Comercio de Cali a la cabeza.

La visión de esos vallecaucanos, a quienes les debemos tanto, fue que los proyectos de infraestructura deben dimensionarse para atender necesidades presentes y futuras. En estos casos, la oferta genera la demanda: si la región no cuenta con puertos, vías, aeropuertos y centros de eventos de talla mundial, quedaría por fuera de las líneas de la conectividad global.

Lo anterior, apuntalado en las ventajas comparativas del Valle por su envidiable localización en la cuenca del Pacífico, su biodiversidad y su cultura abierta al inmigrante y a las nuevas ideas, que ojalá continúe por esta senda frente a corrientes que defienden el aislacionismo o el nativismo, como lo señalaba Esteban Piedrahíta en su reciente columna, como banderas para conseguir réditos políticos, una visión bastante torpe que pasará, sin duda, factura al desarrollo de la región.

Un gran hito de esta visión de conectarse con el mundo se dio en 2007 con la inauguración del Centro de Eventos Valle del Pacífico, el mejor sitio de encuentro para que esta pujante región se muestre a Colombia y al mundo, y la plataforma para que sus empresarios crezcan y se proyecten, y tres años después con la creación de la Agencia de Promoción de Inversión Invest Pacific, dos elementos clave de la ‘caja de herramientas’ que consolida la ventaja geoestratégica del Valle.

Con el liderazgo de sus excelentes gerentes, primero María Eugenia Lloreda y ahora Alejandro Ossa, desde el inicio de sus operaciones Invest Pacific ha logrado atraer 97 proyectos de inversión ‘greenfield’ a la región, que son los proyectos en los cuales una compañía extranjera empieza un emprendimiento en un nuevo país de cero, es decir, construyendo sus instalaciones y creando puestos de trabajo.

En este tiempo se han generado US$928,9 millones de inversión para la región, se ha generado 10.220 empleos directos. Solo en el 2018 se asentaron en el Valle nueve empresas extranjeras, 10 reinversiones por empresas ya instaladas y la llegada de una compañía de capital nacional. La llegada de estas empresas ha significado US$180,6 millones de inversión y 3491 empleos directos.

Es claro que el Valle y Colombia se están jugando su futuro y el bienestar de las próximas generaciones. Definir el rumbo del país es la gran responsabilidad que tienen en sus manos los líderes públicos y privados, específicamente en el modelo económico.

Continuar construyendo una visión y una plataforma para conectarse al mundo, llevar los productos de los empresarios de la región a nuevos mercados, y atraer conocimiento e inversión es el camino para el crecimiento y el bienestar colectivo, superando las dificultades que en los últimos tiempos han impedido generar consensos y avanzar en una visión de desarrollo del Valle.

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