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Fernando Cepeda Ulloa

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Historia empresarial

Digo y repito que fue fundada por un joven de menos de 25 años, Mario Laserna, y que son muchos los jóvenes que han incidido muy positivamente en la creación de carreras, nuevos departamentos, centros de investigación y otras actividades.

11 de mayo de 2024 Por: Fernando Cepeda Ulloa

El desarrollo académico de las instituciones universitarias se debe, en la mayoría de las veces, al interés de un profesor o de un grupo de profesores que se proponen impulsar una nueva actividad docente o de investigación. La Universidad de los Andes es un buen ejemplo de ese proceso desde su misma Fundación. Digo y repito que fue fundada por un joven de menos de 25 años, Mario Laserna, y que son muchos los jóvenes que han incidido muy positivamente en la creación de carreras, nuevos departamentos, centros de investigación y otras actividades. Ojalá ese espíritu de innovación permanezca y siga fructificando.

El jueves 9 de mayo se conmemoraron 50 años del funcionamiento de un grupo de profesores que promovieron la historia empresarial en Colombia encabezados por Carlos Dávila Ladrón de Guevara, Enrique Ogliastri y que contaron, a partir de ese momento, con el apoyo de los sucesivos decanos de la Facultad de Administración, Manuel Rodríguez, Javier Serrano, Jorge Hernán Cárdenas, María Lorena Gutiérrez y sus sucesores.

Una necesaria innovación que a lo largo de sus cinco décadas ha establecido excelentes vínculos de cooperación académica con sus homólogas en Europa, Estados Unidos y América Latina.

La conmemoración de los 50 años revela la significación de este esfuerzo académico, que se traduce en la participación de universidades de primera línea en el seminario: Harvard, Cambridge, Barcelona, Illinois, Colegio de México, Buenos Aires y otras que participaron con la presencia de distinguidos historiadores y excelentes documentos.

La historia empresarial enseña mucho sobre el liderazgo, sobre el buen aprovechamiento de las potencialidades del país, sobre la capacidad de identificar oportunidades y saber aprovecharlas, sobre la manera de acomodarse al cambio de los contextos nacionales e internacionales. Sin duda, es una herramienta que le abre horizontes a la juventud y que muestra cómo, aun en circunstancias muy difíciles, en ocasiones casi imposibles, se puede lograr éxito y contribuir a mejorar el bienestar de un país. Lecciones muy pertinentes en nuestro tiempo.

Y es que no se trata solamente de aquellas que tienen que ver con la producción de bienes, pienso en el éxito de muchas universidades y colegios, de Fundaciones como la Alejandro Ángel, que dirigió y preservó Camila Botero Restrepo, o la Fundación Corona o la Federación de Cafeteros y tantos emprendimientos, inclusive algunos que permanecen en el anonimato. Centros hospitalarios como la Barraquer, la Cardio Infantil o Marly, o la Santa Fe, o la más reciente y muy elogiada construida por la familia Sarmiento Gutiérrez y en cuya concepción y desarrollo, como se ha recordado, participó con cariño y entusiasmo Sonia Sarmiento Gutiérrez, quien fuera por algunos años alumna de la Facultad de Arquitectura de Uniandes, recientemente fallecida.

Quiero señalar la importancia de trabajos no muy divulgados, no obstante su significación, del historiador Luis Fernando Molina Londoño: el de la historia de Don Leo Kopp, fundador de Bavaria y la de don Mario Laserna Pinzón, fundador de la Universidad de los Andes. Dos casos muy diferentes.

Destaco el de la Universidad de los Andes porque las instituciones de educación superior no dejan de ser una empresa, así sean fundaciones sin ánimo de lucro, instituciones dedicadas a la enseñanza y a la creación de conocimientos. Hay mucho trabajo por hacer.

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