Siete legados

Un ejercicio inédito. Revisar las grandes contribuciones de un servidor público, seleccionar las más significativas, identificar los documentos que mejor las explican y ponerlas en contexto. Un trabajo muy complejo y difícil. Pero necesario y útil.

Los lectores interesados en la historia de Colombia tendrán pronto en sus manos este ejemplo inédito que nos revela las grandes realizaciones de un dirigente político visionario que dedicó su vida a enriquecer a su patria con las más diversas iniciativas. Se trata del ingeniero Virgilio Barco quien recibió una educación del más alto nivel en el principal centro de estudios tecnológicos del mundo, el Massachusetts Institute of Technology, MIT.

Un caso excepcional. Virgilio Barco hizo el recorrido completo desde concejal en Cúcuta hasta presidente de la República (1986-90). Ganó con la mayor votación hasta ese entonces conocida y triunfó como candidato liberal en todos los departamentos y en todas sus capitales.

Fue una decisión del presidente Iván Duque Márquez la que permitió que ese repertorio admirable de realizaciones se diera a conocer como un homenaje al presidente Barco al cumplirse el centenario de su nacimiento en 1921. El propio Iván Duque hizo el ejercicio de estudiar su recorrido vital y su texto introduce la obra que en tres volúmenes, casi 1200 páginas, describe los siete legados. Una edición que, como todas las suyas, se distingue por su estética y corrección, hablo de Villegas Editores.

Es indispensable reconocer que, identificados los legados más relevantes, el distinguido jurista Marino Tadeo Henao asumió con sobrada competencia esta tarea. Ojalá esfuerzos similares se realicen para exaltar la obra de otros servidores públicos. Ello contribuiría a que los colombianos volvieran a creer en las virtudes de la vida política y en algunos de sus sobresalientes dirigentes.

Como dice el viceministro José Luis Acero, este ha sido “el paso inicial de una reivindicación histórica que llevará al presidente Barco a ocupar el puesto de estadista y reformador que merece”. Él mismo afirma que esta obra “nos deja saborear la inmortalidad de un hombre ejemplar”. Como afirmó el Presidente Duque al celebrar el natalicio de Virgilio Barco, estamos rememorando una personalidad de gran carácter, de visión de futuro, a un hombre “que no fue meloso ni con el poder económico ni con los medios de comunicación. Que supo entender su rol en la democracia y que, tal vez por eso, fue incomprendido, porque lo que para muchos era displicencia, sencillamente era el respeto a la independencia que debe haber en una democracia”. “También el hombre que empoderó a una nueva generación de liderazgo. El que transformó conceptos de ciudad.
El que les dijo “no” a los criminales y el que dejó un latido y un palpitar de ciencia y tecnología (…)” “Virgilio Barco fue un gran gobernante, pero también fue un gran incomprendido de su época y de su momento. (…) es uno de los grandes de la historia de Colombia”.

“(…) se retoma su legado en infraestructura, desarrollo urbano, memoria histórica, erradicación de la pobreza y protección del medio ambiente. Y, sobre todo, se destaca, de especial forma, su trabajo en la defensa de las instituciones y de la democracia en medio de una de las épocas de mayor complejidad en la vida nacional”.

En buena hora podemos familiarizarnos con una buena parte del Legado de Virgilio Barco.