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Armando Barona Mesa

Opinión

Errores trascendentes

Lo respeto como hombre inteligente, de lucha y disciplinas y como Presidente de la República

12 de mayo de 2023 Por: El País

Álvaro Uribe marchaba bien. Quería acertar y fue, sin duda, un gran presidente. Pero un día, sin necesidad, cometió un primer error aparentemente intrascendente: se trabó en una pelea con un paisano nuestro, presidente entonces de la Corte Suprema de Justicia, el doctor César Julio Valencia Copete. Y de esa pelea aún no ha podido salir. Todos deben recordar ese hecho -que hoy pareciera estarse repitiendo-, y que mantiene aún ‘subjúdice’ al expresidente.

Como lo he escrito tantas veces, no profeso por el doctor Gustavo Petro ninguna animadversión. Lo respeto como hombre inteligente, de lucha y disciplinas y como Presidente de la República. Su triunfo fue limpio y democrático.

Me gusta saber que a nadie odio. El que odia sufre. Pero observo y estudio al ser humano, su historia, su perspectiva, sus virtudes, defectos y errores. Petro, como todos sabemos, es impetuoso y tiene discurso. Así que ha aprovechado varias oportunidades para vapulear al fiscal general, doctor Barbosa. Éste tiene cabeza y orgullo; y además le asiste la ley. Está de bulto que no huye ni se asusta. Y es consciente de que, constitucionalmente, es absolutamente independiente. Petro, con gran suficiencia, aun desde Europa donde andaba de visita, se atreve a decirle que, como cabeza del Estado que es (Petro), el Fiscal le está subordinado y por supuesto la justicia también.

Error grande que provoca la ira del agraviado y la declaración de rechazo por parte del presidente de la Corte. Y en general del país. Este es un Estado de derecho y las competencias de cada funcionario se encuentran previamente fijadas por la Carta y en la Ley. En ellas la Justicia es absolutamente independiente.

Petro reconoce su error e intenta corregirlo. Estuvo hace dos días almorzando en la Corte Suprema con los presidentes de esas corporaciones independientes. En realidad, él no ha querido desconocer la autonomía de las mismas ni el estado de derecho y así lo dijo. Se diría que esa rectificación está bien. Pero evidentemente queda suelto el incidente como un antecedente histórico. En fin, una huella.

Otra huella queda con el discurso conocido como el Balconazo. Alterado Petro le anuncia al país y al Congreso que si no le aprueban sus proyectos el pueblo saldrá a la calle -ya conocemos qué quiso decir- y hará la revolución. Pasamos por eso hace dos años, con muertos, bloqueos, daños de los buses y camiones, rompimiento de semáforos y paralización de la venta de alimentos. Y se supo entonces que esa ‘primera línea’ obedecía instrucciones de la subversión (Eln) y hacía parte de un plan que cumplieron. Y esos son los mismos de la revolución que vendría contra el Congreso y las Cortes y todo el estado de derecho. Parecía increíble que del palacio presidencial saliera ese anuncio como una amenaza. Pero así fue.

No obstante, el doctor Petro dijo en España que la revolución sería pacífica. ¿Rectificó? Dice que son aclaraciones pertinentes. De donde cualquiera piensa que estamos ante aquella dualidad visual que ofrecía el dios bifronte Janus a los romanos.

Bueno, así se observa el panorama y ojalá que las reformas -reformadas-, pasen. Todos queremos la paz y que no sea la paz de los sepulcros. Que haya convivencia, trabajo con pagos justos, pensiones y educación. Y tierras para el cultivo y desarrollo acorde a derecho. Y un futuro abierto. A eso estamos listos los sufridos colombianos. Pero que no maten más niños, ni mujeres, ni campesinos humildes o indígenas. Ni a nadie. Que la vida sonría y traiga un porvenir abierto y noble para todos.

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