Columnistas
El ‘Jet’ Set sueco
La amenaza a nuestra soberanía es de adentro hacia afuera por la pérdida de control territorial. Es ahí donde deben enfocarse ahora, todos los esfuerzos y recursos posibles.
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22 de nov de 2025, 11:42 p. m.
Actualizado el 22 de nov de 2025, 11:42 p. m.
El Presidente y el Ministro de Defensa deben despejar las inquietudes que con razón han surgido en relación con la compra de aviones de guerra suecos y su posible vínculo con la vida estrafalaria de la Primera Dama en el país europeo. Debe darse claridad de la necesidad de esos equipos, la prioridad del gasto en este momento, la justificación de su alto costo, y los vasos comunicantes con la vida rosa en Suecia de Verónica Alcocer.
Abundan opiniones sobre la pertinencia de la compra de aviones de guerra sin perjuicio de su origen y las bondades de unos y otros equipos, pero en especial, si debido a las características de la confrontación armada interna del país y que debe ser la prioridad en la seguridad (combatir los reductos guerrilleros y el crimen organizado dedicado al narcotráfico y la extracción ilegal de minerales) esa sea la mejor decisión estratégica.
Soy de la tesis de que las Fuerzas Armadas necesitan ser fortalecidas con urgencia, pero con otras capacidades, más idóneas y efectivas, sin desconocer que en algún momento resulte razonable contar con una flota de aviones para eventuales conflictos externos. La amenaza a nuestra soberanía es de adentro hacia afuera por la pérdida de control territorial. Es ahí donde deben enfocarse ahora, todos los esfuerzos y recursos posibles.
A lo anterior se suma la muy preocupante situación fiscal. El Gobierno Nacional Central está prácticamente quebrado y amenaza con llevarse por delante al resto del Estado. Se pasaron por la faja la regla fiscal, el endeudamiento está al límite, la salud hace agua por culpa de un ministro asesino y la educación va por el mismo camino. Es en ese escenario que Petro se empecina en comprar 17 aviones de guerra por más de $16.5 billones.
Aviones que no son prioridad y que terminaremos pagando a través de más impuestos. No ahora y en este Gobierno, sino, a partir del 2028. Curiosa decisión de un presidente de izquierda que en campaña se opuso a la compra de aviones y dice privilegiar lo social. Estamos cansados de tributarias para pagar más burocracia y llenar los bolsillos de los corruptos y el Gobierno acaba de comprometer $9 billones previo a la ley de Garantías.
Se empieza a conocer, además, que los benditos aviones cuestan una fortuna, muy por encima del valor pagado por otros países. El Ministro de Defensa trata de justificarlo diciendo que vienen acompañados de mil aditamentos. Como será de turbio todo que para lavarle la cara al contrato le incluyeron inversiones sociales pichurrias y el alto funcionario se molesta cuando se le pregunta por el costo y si hubo intermediarios y comisiones.
Y, Oh sorpresa, los aviones son suecos, país donde vive a todo dar Verónica Alcocer. Con qué recursos, ni idea, pues el salario de presidente no da para seis hijos y tanto lujo. A raíz de su inclusión en la Lista Clinton, Petro la niega como esposa, como negó al hijo no criado. Es decir, ella es y no Primera Dama. Muy agradecidos deben estar los suecos para tratarla como parte de su círculo social. No hay almuerzo gratis y menos en euros.
La tontería no es el fuerte de los colombianos y como dice Piero, las cosas se cuentan solas, solo hay que saber mirar. La compra de unos aviones que no son prioridad dado el tipo de conflicto en el país, en medio de una crítica situación fiscal en la que mueren personas por falta de recursos para la salud, con un sobrecosto inexplicado disimulado con dádivas sociales, a dedo, a una empresa del país donde vive la esposa del Presidente rodeada de atenciones y excentricidades, no resulta lógico. El ‘Jet’ Set Sueco huele muy mal.

Abogado y doctor en política de la Universidad de Oxford. Se desempeñó como Ministro de Educación, Embajador en La Haya, Alto Consejero Presidencial para la Seguridad Ciudadana, y Director de El País de Cali. Actualmente es Presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, gremio de la industria de hidrocarburos.
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