‘El cincel y la pluma’

Lo que escribe Rainer Maria Rilke sobre Augusto Rodin es el texto de un poeta sobre el milagro de la escultura… Palabras escritas con la precisión de un cincel que no permite correcciones. Uno, duro y pesado; la otra, frágil y leve. La escritura y la talla, una sola búsqueda de la belleza… “Adoración de un joven poeta por un anciano escultor…”, (Óscar López Pulecio).

Rescata esos artículos intemporales sobre arte, literatura, el cine y sus estrellas… pequeñas historias, política (sus enseñanzas y el menudeo).

Por sus páginas, con la posibilidad de abrir cualquiera, sin orden establecido, desfilan María Callas, Brigitte Bardot, el conde de Montecristo, Elvis Presley… Así, como Picasso (quien no queda muy bien parado), Andy Warhol y Basquiat, cómplices y opuestos que pintan más de cien cuadros juntos. Uno, eslovaco y rubio; el otro, negro y pobre; unidos por un destino misterioso. Naturalmente, Gainsborough, Canaletto, Monet y esos ‘nenúfares’, obra maestra, cuando ya estaba casi ciego.

El Museo Egipcio al fin inaugurado… La glorificación de un pasado milenario, una civilización sepultada hace tres mil años que resurgió de entre las arenas del desierto para asombro de exploradores y científicos europeos.

La escandalosa Olympia de Manet, exhibida en 1565, adquirida después por el Estado francés, una prostituta de lujo, desafiante y orgullosa de su oficio.

No les cuento más. Su contenido es como un banquete para gourmets (no gourmands). Cada historia no pasa de página y media, lo justo para una columna que se ajusta a las reglas.

Lo inicio y me va atrapando hasta que, horas después, lo agoto, ya con los ojos resecos y medio bizca. Lo llamo. Le digo que estoy enamorada de él en mi condición de sapisexual (no soy un sapo, pero me enamoro de las mentes brillantes: ’sapi… sexual’ se refiere a sabiduría y no al batracio…. Aclaro ‘porsiaca’).

Una recopilación deliciosa. Aprendemos cositas y secretos de artistas, escritores, políticos que no escapan de su ironía elegante, inteligente y su prosa limpia y nítida.

Cuando conocí a Óscar, inmediatamente le tuve respeto. Recuerdo hace muchos años, en una de las terrazas de la casona paterna-materna, invitado a almorzar. Acababa de publicar un artículo titulado ‘Dos Señoras’, sobre Amparo Vélez de Rengifo y mi hermana María Cristina, fundadoras y escritoras de Vivencias, primera revista en Colombia dirigida y escrita por mujeres, quienes, con Marta Uribe Azcárate, empezaron a ‘desaznar’ el pueblo, logrando traer a Cali a escritores de la talla de Juan Rulfo, Camilo José Cela, Luis Goytisolo.

Vuelvo a Óscar. Con el tiempo descubrí que, tras esa cara seria y esa mirada profunda que parece escarbar el más allá, existe un ser humano divertido, sagaz, agudo, sabio y buen amigo.

No se pierdan ‘El cincel y La pluma’. Es un regalo para el espíritu y la mente, siempre en busca de cosas bellas y bien escritas. Nos merecemos ese regalo en medio de tanta basura, odio, vulgaridad y despelote en que estamos sumidos… Aire Fresco.

PD. Muchos columnistas deberían rescatar sus artículos intemporales para que no se los lleve el viento. Estoy releyendo las columnas de Aurita, mi mamá, publicadas en un librito titulado ‘Rueda loca’ en El País. ¡Qué prosa! Qué valor al enfrentársele a una sociedad pacata, cuestionando el Opus Dei… los hermanos Maristas “que ni eran hombres ni eran curas”… diciendo lo que le daba la gana, sin filtro, confesando sus fragilidades, sus emociones a flor de piel; artículos, algunos, verdaderas filigranas de palabras. Seguiré escarbando para editar un libro al estilo del Cincel.