Mi corazón con Angelin...

Se comenta en los corredores del Palacio, que sucedió este episodio: un joven periodista, adscrito a la oficina de comunicaciones de la Casa de Nariño, llamó al Presidente y el emotivo dialogó fue más o menos este:
Comunicador: “Señor Presidente, queremos comentarle al mundo sus impresiones sobre la gestión internacional que viene adelantando Angelin...”.

Presidente: “No me diga más joven amigo. Colombia está feliz con esa visita. La Guajira logró tener un respiro con su llegada. Imposible tener en una misma región tanta belleza, ternura y sensualidad. Colombia está inmensamente agradecida y los niños y niñas más aún. Ha logrado atraer la atención mundial y detrás de eso, ojalá ayuda humanitaria”.

Comunicador: “Señor Presidente: no estoy seguro de hablar de sensualidad y de ternura en la nota de prensa… ¿No será mejor hablar de ecoturismo y de gobiernos sin ejército?”.

Presidente: “Ni se te ocurra. No le agreguemos problemas al ministro Botero. Ahí están pintados los jóvenes. Concéntrate más bien en el personaje de la entrevista. Es un icono mundial. A mí me enloquece desde hace muchos años. He seguido esta figura mes tras mes. Me preocupa que está en los huesos. No me gustaron sus brazos tan flacos; como será que se observa la unión de sus clavículas con el hombro. ¡Es dramático!”.

Comunicador: “¡No puede ser señor Presidente! ¿Usted vio eso?”.
Presidente: “Sí joven, primero en fotos y después en el Palacio. Pero cuando miro sus labios carnosos y su mirada sensual, olvido el resto”.
Comunicador: Me da pena Presidente, le acepto en algo lo de la mirada, pues con los años ha perdido su fiereza y ahora mira con cierta bondad, pero con todo respeto yo no veo labios carnosos, ¡su boca es belfa!”.
Presidente: “¿Cómo calificas así a la más erótica de las bocas en la más sexy de las actrices? Ignorante”.

Comunicador: “¿Actrices? Me perdí. ¿A quién se refiere Presidente?”.
Presidente: “¡Pues a Angelina Jolie! ¿A quién más puede ser? ¿Y usted?”
Comunicador: “A... a... a… Angelino Garzón, señor Presidente, es que usted no me dejó terminar el nombre”.

Presidente: “¡Majadero! Ahora no vaya a contar esto. De la gestión de Angelino, hable mejor con Carlos Holmes y a este no le vaya a mencionar a Angelina que no la comparto con nadie”.