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El ‘jefe’ Abadía

La excusa que dio Ordóñez para justificar esa mención fue que le informaron que Abadía se encontraba en el recinto. Y que por protocolo lo saludó. No se sabe qué es más estúpido, si el homenaje a Abadía o la excusa que Ordóñez dio para justificarlo.

2 de diciembre de 2021 Por: Diego Martínez Lloreda

“No podría dejar pasar este momento sin dar un saludo especial a una persona muy querida por los vallecaucanos, el exgobernador Juan Carlos Abadía”.

Esta frase la pronunció durante su intervención en el Concejo de Cali el nuevo contralor municipal, Pedro Antonio Ordóñez, el día que esa corporación lo eligió para el cargo.

Obviamente la mención de Juan Carlos Abadía, quien fue destituido de la Gobernación y sancionado con 22 años de inhabilidad para ejercer cargos públicos, en el discurso del nuevo Contralor, generó un escándalo de marca mayor en la ciudad.

Qué belleza, la persona encargada de fiscalizar la forma como se invierten los recursos del municipio, echándole cepillo a quien se caracterizó por despilfarrar esos recursos, cuando era Gobernador.

La excusa que dio Ordóñez para justificar esa mención fue que le informaron que Abadía se encontraba en el recinto. Y que por protocolo lo saludó. No se sabe qué es más estúpido, si el homenaje a Abadía o la excusa que Ordóñez dio para justificarlo.

Lo que quedó confirmado con esa metida de pata, es que el nuevo contralor es ficha de esa “persona tan querida por los vallecaucanos”.

En los mentideros políticos se dice desde hace rato que Abadía es el verdadero jefe del Partido Liberal en el Valle, gracias a la cercana relación que tiene con el mandamás del liberalismo que es César Gaviria.

De hecho en el 2016, el hoy concejal Roberto Ortiz se quejó de que la persona que otorgaba los avales para las candidaturas liberales fuera Abadía. Incluso ‘el Chontico’ mencionó un misterioso maletín negro con el que andaba el exgobernador siempre.

Qué tristeza en lo que quedó el liberalismo del Valle. Esa colectividad, que tuvo en sus filas a personajes tan valiosos y respetables como Gustavo Balcázar, Pacho Eladio Ramírez, Libardo Lozano y muchos más, ahora es manejada por un personaje con semejante prontuario encima.

Y es que sobre Abadía pesan no una sino dos sanciones. La Procuraduría lo destituyó del cargo e inhabilitó por 12 años para ejercer cargos públicos, por participación en política al asistir a una reunión con el entonces precandidato presidencial Andrés Felipe Arias.

La segunda sanción le cayó en el 2016. En esa ocasión, el actual jefe del liberalismo fue inhabilitado por 10 años para ejercer cargos públicos, por irregularidades en la contratación.

Pero las duras sanciones no han impedido que Abadía haga política. Lo que pasa es que ahora la hace de forma clandestina. Su poder quedó claro en la elección del contralor y sus tentáculos llegan a la Alcaldía de Cali.

Y es que, según dicen varios conocedores del tema, Abadía fue el que hizo el lobby para que el liberalismo le otorgará el aval como candidato al actual alcalde Jorge Iván Ospina.

También se afirma que en agradecimiento por los servicios prestados por Abadía, Ospina le entregó la gerencia de Emcali.

Ahora resulta que Abadía es el Jefe del contralor de Cali. Ese instrumento le servirá mucho a Abadía para garantizar que Jorge Iván cumpla los compromisos pactados.

Ello me permite inferir que la mención de Ordóñez a Abadía no fue una estúpida metida de patas sino una advertencia para que el Alcalde tenga claro quién manda en la Contraloría.
Sigue en Twitter @dimartillo

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