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Carta a Rodrigo Lloreda C.

Cuando tuvo la entereza de superar sus dolencias para dejarnos un mensaje claro: “No olviden que El País más que una empresa, es una misión”.

12 de enero de 2023 Por: Diego Martínez Lloreda

Muy recordado doctor Rodrigo: Me he atrevido a interrumpir su descanso eterno para darle una gran noticia.

Pero antes de entrar en materia, quiero aprovechar para agradecerle por todas las enseñanzas que me transmitió cuando tuve la oportunidad de ser su asistente en la Dirección de El País. Esas lecciones han sido fundamentales en mi labor periodística.

Lo primero que le agradezco es haberme inculcado la importancia de no abrir varios frentes de ‘guerra’ al mismo tiempo. “No tenga más de un enemigo al tiempo, recuerde que Alemania, en la Segunda Guerra Mundial, acabó derrotada por abrir el frente ruso, sin haber cerrado el frente inglés”.

Otra lección fundamental que recibí de usted fue no escribir en caliente. Cuando me moría de la rabia porque algún crítico la emprendía en mi contra, usted me decía: “Serénese, deje que la furia le pase y ahí sí escriba”. También me enseñó a nunca meterme en la vida privada de los gobernantes: “Critique su gestión, nunca su vida”.

Pero el legado más importante que me dejó a mí y a quienes amamos este periódico, lo expresó en sus horas postreras. Cuando tuvo la entereza de superar sus dolencias para dejarnos un mensaje claro: “No olviden que El País más que una empresa, es una misión”.

Pues, precisamente, me he atrevido a escribirle para contarle que la continuidad de esa misión se garantizó esta semana. Un grupo empresarial, de origen vallecaucano, cuyos integrantes aman a Cali y valoran la trayectoria de este periódico, lo adquirió. Y se comprometió a mantener los principios que lo han regido a lo largo de sus 73 años de existencia: La defensa de la democracia, de la libertad de opinión y la condena sin tregua a los corruptos.

La gran protagonista de este logro es aquella muchacha tímida que llegó a El País en 1996 y se ubicó en una pequeña oficina, con el propósito de diseñar un plan estratégico para la empresa.

Esa muchacha, su sobrina María Elvira, fue escalando en la empresa y creciendo como ser humano y como profesional. Pero demostró su grandeza en el momento que le tocó, como Directora y Gerente, asumir la tarea de tomar las medidas necesarias para garantizar la continuidad de la empresa, amenazada por la irrupción de nuevas tecnologías que a los medios tradicionales les ha costado asimilar.

Sí, doctor Rodrigo, María Elvira trabajó a lo largo de cuatro años sin tregua para encontrar esa salida y el fruto de tan titánico esfuerzo se vio finalmente hace apenas horas, cuando Semana, uno de los grupos periodísticos más importantes de Colombia, adquirió El País. Le quiero contar también que al lado de ella estuvieron sus hijos Francisco José, María Eugenia, que fueron un soporte vital en este proceso.

También quiero que sepa que bajo la serena pero firme conducción de María Elvira, El País supo sobreponerse a una pandemia, a un paro cívico y a toda clase de vicisitudes, sin dejar de circular un solo día. Ello fue posible gracias a los empleados de El País, que sorteando las peores dificultades, no cejaron en cumplir la misión que usted nos encomendó.

Por ello, doctor Rodrigo, quiero darle parte de misión cumplida y garantizarle que en el prometedor futuro que se nos abre ahora, siempre procuraremos cumplir ese compromiso que usted nos fijó.

Con cariño, su discípulo.

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