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El espíritu navideño

Estos antecedentes de mutuo acercamiento son actualizados por la coincidencia en la crítica al sometimiento del mundo a la lógica del capital, tan insensible al dolor y el sufrimiento que ella misma causa. Y en la que el papa Francisco ha insistido una y otra vez.

23 de diciembre de 2021 Por: Carlos Jiménez

En el trance de elegir la imagen que mejor expresa el espíritu navideño, me he decidido por la foto en la que aparecen juntos el papa Francisco y Yolanda Díaz.

La tomaron el pasado 11 de diciembre y capta un momento de la reunión que mantuvieron en el Vaticano el obispo de Roma y máxima autoridad de la Iglesia Católica y la vicepresidenta del gobierno de España, a petición de esta última. Desde el punto de vista estético es impecable: el papal ‘de blanco hasta los pies vestido’ y Yolanda Díaz vestida enteramente de negro con la excepción del cuello blanco de boleros, ofrecieron una muestra del refinamiento formal cultivado con esmero por la curia vaticana. Y puesto en este caso al servicio del realce de algo aún más importante: la decisión del papa, dar una extraordinaria lección de cristianismo en vísperas de la celebración urbi et orbi del natalicio de Cristo.

Y digo “extraordinaria” porque él decidió reunirse en estas fechas navideñas con una militante del partido comunista de España para demostrar así, en los hechos, que la buena nueva, el llamado de Cristo a amar a tu prójimo como te amas ti mismo, no admite ninguna clase de limitaciones impuestas por la ideología, la política o los prejuicios.

Los mismos que no solo separaron sino que enfrentaron a los comunistas con los cristianos desde cuando Marx y Engels incluyeron en el Manifiesto Comunista de 1848 una condena lapidaria del cristianismo y singularmente de la iglesia. A la que ambos respondieron con la misma moneda, alimentando un áspero conflicto que aún hoy perdura, pese al magisterio inolvidable del papa Juan XXII y del creciente respeto de los comunistas por la religión, del cual es un buen ejemplo el demostrado por los comunistas españoles.

A raíz de las críticas a la reunión del papa Francisco con Yolanda Díaz, formuladas en España por la prensa que suele ser más papista que el papa, Eduardo Santiago, el secretario general del PCE, recordó que desde hace décadas su partido abandonó el anticlericalismo y admitió en sus filas a creyentes en pie de igualdad con los militantes. Incluso un sacerdote llegó a formar parte de su comité central. Estos antecedentes de mutuo acercamiento son actualizados por la coincidencia en la crítica al sometimiento del mundo a la lógica del capital, tan insensible al dolor y el sufrimiento que ella misma causa. Y en la que el papa Francisco ha insistido una y otra vez.

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