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SALUD MENTAL

O cambiamos o cambiamos

Los que viven en la pobreza sin esperanza están reclamando justicia.

15 de mayo de 2021 Por: Carlos E. Climent

Este mensaje está dirigido a quienes deseen, de verdad, una mayor justicia social, única vía para empezar a salir de esta encrucijada y preparar el terreno para cambios sociales reales.

Corre de cuenta del Estado el actuar equilibrada, firme y eficientemente contra la delincuencia común y organizada que está atizando el fuego, creando caos y destruyéndolo todo, combatir la corrupción que es el peor de los flagelos y eliminar las exenciones tributarias que contribuyen a la desigualdad.

Pero es responsabilidad de cada uno de nosotros entender que hemos contribuido con nuestra indiferencia a la enorme desigualdad de los menos favorecidos. Despertemos antes de que los cambios los impongan los extremistas de derecha o izquierda, lo cual necesariamente llevará a más caos.

Un enemigo que está a nuestro alcance doblegar es el que habita dentro de cada uno de nosotros. Podemos, por ejemplo:

* Celebrar nuestra diversidad y hacer un esfuerzo diario para tener conversaciones y relaciones más incluyentes.

*Educarnos sobre nuestro pasado desde distintas perspectivas. Una visión más amplia es vital para entender los problemas actuales.

*Escuchar-de verdad-al que tiene opiniones distintas y no responder con ira a la rabia del otro. Dejarlo que haga su “catarsis” y luego ofrecerle la opción de un diálogo.

*Estar dispuesto a considerar una posición que no sea la propia.

*Desterrar del lenguaje y accionar cotidiano las posiciones polarizantes y vengativas.

*Propender por soluciones realistas para aliviar la situación de los que están hundidos en la miseria, la injusticia y la desigualdad.

*Mantenerse informados usando fuentes idóneas. La desinformación está fuera de control y todos tenemos que evitar fuentes informativas que solo te ofrecen lo que quieres escuchar. No contribuir al pánico y a la confusión difundiendo mensajes encarnizados de odio, dramáticos, sorprendentes o apocalípticos. La inmensa mayoría de lo que aparece en las redes está distorsionado por simple desinformación, ingenuidad o manipulación.

*Poner distancia con las personas tóxicas que envenenan el espíritu, ya sea por desconocimiento, porque están tercamente matriculadas en uno de los extremos, por su propia angustia o por una combinación de estas y otras razones.

*No proponer soluciones simplistas que solo sirven para agravar más el conflicto. Este no es un asunto de “Nosotros los buenos, contra ellos los malos” o de “Darle bala este grupo” o considerar que “Hay que acabar con este otro grupo”. Pues todas ellas son alternativas inhumanas que pretenden reducir al absurdo una problemática de raíces muy profundas. La visión más miope es la que pretende que la solución de algo tan complejo vaya a lograrse armando a la gente para que se defienda. La violencia solo genera más violencia. No se puede olvidar que la historia está llena de ejemplos en los que “una bestialidad solo se podía combatir con otra más grande” y lo único que se logró en ese espiral de violencia ciega, fue ahogar a naciones enteras en pozos de sangre.

Llegó el momento de actuar. O cambiamos o cambiamos.

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