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Nueva vida, vivienda y ciudad

Con respecto a la vida, muchos procurarán que sea más segura, educada, confortable, alegre, significativa y abierta a las transculturaciones.

23 de marzo de 2022 Por: Benjamin Barney Caldas

En las próximas décadas la amenaza del cambio climático, la sobrepoblación, el consumismo y las dictaduras generarán cambios en mayor o menor grado en la vida de muchos, y por consiguiente en sus viviendas y en la manera de vivirlas, y estas en los diferentes barrios y sectores y en las ciudades mismas. Pero igualmente lo hará el creciente rechazo a esas amenazas por todo el mundo por parte de las nuevas generaciones, en menor o mayor grado y de manera diferente en las distintas ciudades de los diferentes países, generando una globalización cultural pero sin perder muchas entrañables tradiciones y usos que hacen tan reconfortante y educador el viajar cada vez más.

Con respecto a la vida, muchos procurarán que sea más segura, educada, confortable, alegre, significativa y abierta a las transculturaciones; también intervendrán más activamente en la política de sus ciudades y países, pero rechazando la violencia y el vandalismo, conscientes de que se trata es de su futuro inmediato. Muchos tendrán uniones libres y menos hijos, harán más deporte y participarán más en diversas actividades culturales, viajarán frecuentemente a diversos destinos y serán por eso menos discriminadores con respecto a los otros en su región; también usarán más inteligentemente la inteligencia artificial, sus móviles y computadores, y pensarán más y creerán menos.

Con respecto a las viviendas, estas serán muchas más y más pequeñas y en su mayoría serán apartamentos, en los que hay que buscar que brinden emociones como lo hacían las buenas casas de antes, mediante balcones profundos, amplias terrazas que incluso pueden ser pequeños patios, gratas azoteas en los localizados en los últimos pisos, y ser de dos pisos o de medios pisos permitiendo espacios interiores de diferentes alturas y así menos monótonos. Y que sean viviendas en arrendamiento, mejor que en propiedad, para facilitar el cambio de lugar en cada ciudad o de una a otra, dependiendo de los estudios de cada uno o de los trabajos posteriores o por gusto.

Con respecto a las ciudades, estas buscarán más las ventajas de las pequeñas ciudades de antes en procura de ser más peatonales, conformando ciudades dentro de la ciudad con sub centros más densificados y con comercios y el equipamiento urbano necesario para las diversas actividades de todos los días, rodeados por varias supermanzanas con sólo tránsito local. Y dispondrán de más eficientes sistemas integrados y multimodales de transporte público que las comuniquen con el resto de toda la ciudad y más allá hasta playas o parques naturales en las cercanías, además de trenes de cercanías a las ciudades vecinas y trenes rápidos a las más importantes del país y de otros países.

Cambios todos estos que por supuesto serán diferentes para cada vida, vivienda o ciudad, no siempre simultáneos y que serían unos más pronto que otros, aunque lo deseable es que todos fueran interrelacionados y generalizados; o que se producirán o no y unos y no otros, y no para todos infortunadamente e incluso muchos se opondrán a ellos. Pero de lo que se trata es de proponer algunos ejemplos para una mejor vida para más personas en la Tierra, aquí y ahora, y no en otra parte ni después de muertos; ejemplos que atañen especialmente a políticos comprometidos con la polis, y de igual manera a nuevos urbanistas, paisajistas, arquitectos y diseñadores de muebles.

Sigue en Twitter @BarneyCaldas

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