Valiente es dialogar

¿por qué se está viviendo un maravilloso clima de paz en Buenaventura? Pues, se ‘cansaron de la guerra’...

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26 de nov de 2022, 11:15 p. m.

Actualizado el 17 de may de 2023, 12:20 p. m.

Por: Monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, obispo de Buenaventura.

Los últimos registros señalan que en Buenaventura se venían presentando alrededor de unos 15 homicidios al mes. Según los índices de la Policía Nacional, en el año 2021 se registraron 152 muertes violentas de jóvenes entre los 14 y 25 años. Entre enero y agosto de este año se contaban 102 homicidios. Pero es muy esperanzador saber que desde el mes de septiembre solo va una persona asesinada hasta el día de hoy. Eso significa que hemos reducido cerca del 99% de este delito en la zona urbana de Buenaventura. Recordemos que esta ciudad estaba catalogada como una de las trece ciudades más violentas del mundo.

¿Pero qué ha pasado para que ya no estén asesinando y hayan quitado las fronteras invisibles? ¿por qué se está viviendo un maravilloso clima de paz en Buenaventura? Pues, se ‘cansaron de la guerra’, están convencidos que ese camino por el que han marchado solo traerá para ellos cárcel o muerte, en otras palabras ‘infierno’, y además no desean que sus hijos vayan a terminar engrosando las listas de los más buscados o que tengan que vivir ‘enfierrados’ (cargar siempre un arma de fuego) y con miedo.

Desde inicios del mes de septiembre de este 2022 comenzamos a servir de facilitadores de unos acercamientos entre estas bandas para generar confianza y para poder llegar a las instancias gubernamentales en donde esperan que se les escuche y se les atienda en los pedidos que ellos están haciendo: un marco jurídico favorable, empleo formal, estudio, integración ciudadana, buen uso del tiempo libre, atención psicosocial, inversión en sus barrios, proyectos productivos, y un largo etcétera.
Quieren ver al Estado siendo Estado. Pero también desean que se les respete la vida.

Estamos en una etapa exploratoria antes de iniciar las mesas de negociación y de atención social. Como Obispo mi papel ha sido de facilitador para que estos dos grupos puedan sentarse en la misma mesa.
Crear confianza ha sido la clave para que estos enemigos históricos en el territorio hayan decidido ‘parar la guerra’, sentarse en la misma mesa sin agredirse y tratando de encontrar intereses comunes para construir una sociedad donde ellos puedan ser parte de la solución y no del problema.
Y el instrumento ha sido ‘el diálogo improbable’ como mecanismo para unir estos enemigos y contrarios. Porque valiente es dialogar.

Mensaje escrito por el Arzobispo de Cali y sus obispos auxiliares para los lectores de El País.

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