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Navidad con esperanza

Tal vez como herencia preciosa de otros tiempos, la Nochebuena llegaba con...

30 de diciembre de 2013 Por: Álvaro Valencia Tovar

Tal vez como herencia preciosa de otros tiempos, la Nochebuena llegaba con una carga de esperanza. Más que el mismo Año Nuevo, el novenario del aguinaldo en familia nos enseñó desde niños al llegar a la oración al Niño Jesús con que se cerraba cada noche se detenía brevemente en “Todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado” – aquí el lector advertía: y – cada cual musitaba con inocente certidumbre algo propio de la etapa de la existencia que se recorría – “la gracia de la cual necesitamos tanto, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza...”.Contemplando la realidad actual de nuestro país renace la esperanza que se había desvanecido en dosis crecientes de pesimismo agobiador. La violencia espectral como denominador común de todas las desdichas nacionales. No es que se haya producido un hecho súbito, pero si una sucesión de circunstancias que contribuyen a divisar el porvenir sin la angustia del náufrago cuya nave se desastilla contra un arrecife en alta mar.Me considero ubicado entre quienes saludamos con moderado optimismo el anuncio del Presidente Santos al término de la fase confidencial, sobre apertura silenciosa de conversaciones en las ciudades de La Habana y Oslo. Optimismo relativo porque nunca ante los jefes máximos de la más recalcitrante de las agrupaciones que buscan el poder por “la combinación de todos los medios de lucha”, acudieron presurosos a penetrar por la hendija de luz abierta por el Presidente en su discurso de posesión, aceptando las condiciones estipuladas por el Jefe del Estado.Ciertamente el proceso en marcha ha tenido episodios desafortunados en la conducta del vocero de las Farc, alias Iván Márquez al desfigurar el texto de los acuerdos alcanzados, que según lo convenido debería sujetarse a la letra del documento pactado. Los categóricos rechazos a tales subterfugios por el Jefe de la delegación gubernamental, doctor De la Calle Lombana con pleno respaldo presidencial, han dejado las cosas claras en forma inobjetable.Colombia y el mundo tienen los ojos puestos en nuestro proceso de paz. Vivimos una navidad con esperanza.