¿Quién es Tyler Robinson, sospechoso del asesinato del activista Charlie Kirk?

Tyler Robinson, de 22 años, fue capturado por las autoridades de Estados Unidos tras aproximadamente 33 horas de búsqueda después del asesinato del activista Charlie Kirk, crimen que conmocionó al país. La detención ocurrió la noche del jueves en Utah. Se le acusa de dispararle a Kirk durante un mitin, con un rifle con mirilla telescópica, con un disparo directo al cuello.

Robinson creció en un entorno aparentemente estable: en Washington, un pueblo del estado de Utah, hijo mayor de tres hermanos en una familia de clase media. Su padre trabaja vendiendo encimeras de granito y su madre es profesional de la salud con dedicación a personas con discapacidad. Ambos fueron criados bajo la fe mormona, característica común en esa región; sin embargo, ya no ejercen activamente dicha fe.

Durante su infancia y adolescencia fue descrito como un joven tranquilo, respetuoso, reservado, pero también “muy, muy inteligente”, un estudiante modelo que fue alabado por profesores y compañeros.

Después de graduarse con honores en la escuela secundaria en 2021, Robinson comenzó estudios universitarios, pero pronto los abandonó para inscribirse en un programa técnico de electricidad. No parece haber participado activamente en la política durante buena parte de su vida, al menos según sus registros públicos: no votó en 2024.

Pero en los últimos años surgieron indicios de que se había “politizado”, compartiendo con un familiar su hostilidad hacia Charlie Kirk, un destacado activista conservador aliado de Donald Trump.

Vecinos y quienes lo conocieron lo describen como alguien reservado: silencioso, distante, con pocos amigos, pero también con aficiones comunes: le gustaban los autos potentes (“muscle cars”), los videojuegos como Halo y Call of Duty, y llevar una vida relativamente normal.

En el vecindario decían que era una persona solitaria, que conducía rápido, que no hablaba mucho con los demás; su auto, un Dodge Challenger gris, era lo más notable de él en la comunidad.

Las investigaciones revelaron hallazgos inquietantes en la escena del crimen: junto al cuerpo de Kirk, las autoridades recolectaron casquillos con inscripciones con mensajes de tono antifascista como “¡Hey, fascista, atrápala!” y “Bella ciao”. Estos símbolos, combinados con declaraciones previas de Robinson, han llevado a algunos analistas a considerarlo un asesino vinculado ideológicamente a la izquierda radical, dependiendo del punto de vista.

A pesar de estos posibles móviles ideológicos, no hay hasta ahora una explicación clara de por qué Robinson pasó de una vida aparentemente normal a cometer un acto de violencia política. Para algunos, el radicalismo reciente, la exposición a discursos polarizados, y la mezcla entre su estado de aislamiento personal y su talento intelectual pueden haber jugado un papel en su transformación.

El lugar del crimen fue un mitin en el campus de Utah Valley University, en Orem, donde Charlie Kirk se encontraba participando de una actividad pública. Fue allí donde Robinson habría aprovechado la multitud para un disparo y luego huyó, hasta que fue ubicado y arrestado.

Las autoridades continúan investigando su trasfondo político, su estado psicológico y las posibles redes de influencia que podrían haber contribuido al asesinato, en medio de un clima político ya cargado en los Estados Unidos.