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En Lima, cientos de personas han salido a protestar contra el accionar político del partido de oposición Fuerza Popular, encabezado por Keiko Fujimori. | Foto: Foto: Agencia EFE

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Las teorías detrás de la caída del fujimorismo en Perú

Detención de Keiko Fujimori y la anulación del indulto de su padre hacen parte del declive de esta ‘dinastía’. Perspectivas.

14 de octubre de 2018 Por: Redacción de El País

El arresto esta semana de Keiko Fujimori, líder del partido Fuerza Popular, por presunto lavado de activos, constituye para el fujimorismo un empujón más en su caída libre.
La detención de la poderosa política, hija de Alberto Fujimori -presidente en los años 90 y luego condenado por corrupción y delitos contra los derechos humanos- se da pocos días después de que la justicia peruana ordenara anular el indulto humanitario de su padre, otorgado por el anterior mandatario, Pedro Pablo Kuczynski.

A esto se le suma la derrota en las elecciones regionales y municipales del pasado domingo en la nación inca, en las que el fujimorismo vio cómo su capital político se ha debilitado.
Para el analista peruano Luis Benavente el “desgaste” del partido fujimorista Fuerza Popular es evidente y va a la par del que afronta Keiko.


“Lo que ha sucedido es una derrota para Fuerza Popular y para Keiko Fujimori”, dijo Benavente y agregó que ese movimiento “sigue una pendiente hacia abajo que lo va a llevar a un 2021 con pocas posibilidades para las elecciones presidenciales”.

Algunos expertos coinciden en que el principio del descenso del fujimorismo inició con una fractura familiar.

“El declive inició cuando los hermanos Kenji y Keiko Fujimori se pelearon y dividieron la bancada en dos bandos enfrentados. Desde allí han tenido conflictos y traiciones que no han parado hasta hoy”, asegura el politólogo peruano Carlos Eduardo Pérez.

El conflicto entre los hermanos Fujimori se acrecentó cuando Kenji, junto a otros congresistas, se aproximó, a finales del año pasado, al entonces presidente Kuczynski en contra de su línea política, para lograr el indulto de su padre, algo a lo que Keiko se negó.

Luego se acentuó cuando el aquel Mandatario otorgó el polémico indulto (que le acaba de ser revertido) apenas horas después de que Kenji y sus seguidores lo salvaran de un proceso de destitución promovido desde Fuerza Popular. De ahí se desató la guerra familiar, con maniobras oscuras que desgastaron la imagen del fujimorismo y potenciaron el descrédito del Congreso ante los ciudadanos.

Sin embargo, Augusto Martín Lostaunau, historiador y docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Lima, no concuerda con quienes sostienen que hay una “guerra fratricida” entre Keiko y Kenji.
Por lo contrario, considera que es un invento “creado para que un sector se convierta en ‘oposición recalcitrante’ y otro en ‘oposición amiga’ al régimen del expresidente Kuczynski”.

“Luego, ambos sectores han ingresado en una suerte de ‘conflicto por el indulto’ que les ha permitido ganar las portadas de todos los diarios y noticieros televisivos y radiales, lo que evidencia que el fujimorismo sigue bien estructurado y jugando a dos ases para las elecciones del 2021: por un lado Keiko (Fujimorismo Duro) y, por el otro, Kenji (Fujimorismo Blando)”, señala Lostaunau.

Por su parte, Henry Rafael, presidente del Instituto de Comunicación Política y Gobierno (Icpg), en Perú, cree que si bien los últimos acontecimientos han marcado “la caída estrepitosa” del fujimorismo, también es cierto que la afectación de su imagen viene desde antes.

“El fujimorismo empieza su declive en el momento en el que Alberto Fujimori es juzgado y entra a la cárcel. A partir de ahí se comienza a posicionar en la sociedad peruana el famoso ‘antifujimorismo’, la sensación de que el país se divide entre las personas que defendían a Alberto Fujimori y las que creían que fue un gobierno dictatorial de la peor recordación en el país”, asegura el experto.

Pero agrega que no hay que menospreciar la fuerza que logró este movimiento en el último proceso electoral, donde estuvo muy cerca de ganar las presidenciales y, además, obtuvo la mayoría en el Congreso de la República: “Eso hablaba de que era un partido con mucho respaldo en la ciudadanía”.

En esa línea, el historiador Lostaunau cree que el fujimorismo tiene probabilidades de recuperarse, porque “en el Perú siempre existe la posibilidad de que una organización política que llegó al poder y se envileció pueda resurgir y ser gobierno otra vez”.

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