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El conflicto comercial entre los Estados Unidos y China se percibe en un aumento del dólar y de bienes y productos que provienen de ambas naciones. Los usuarios, los más golpeados. | Foto: Cortesía para El País

ESTADOS UNIDOS

La guerra comercial de Estados Unidos y China se extiende a Europa

El pasado viernes Washington impuso aranceles del 25 % a productos agroalimentarios europeos, valorados en US$7.500 millones.

20 de octubre de 2019 Por: Redacción de El País / Agencia EFE

Cuando se pensaba que la ‘guerra’ comercial perdía fuerza por el reinicio de las negociaciones entre Estados Unidos y China, arrancó un nuevo conflicto casi de la misma magnitud.

El pasado viernes Washington impuso aranceles del 25 % a productos agroalimentarios europeos, valorados en US$7.500 millones. Estos impuestos llegan como respuesta al fallo de principios de octubre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que autorizó a EE.UU. a aplicar sanciones a Europa por sus ayudas al grupo aeronáutico Airbus.

La decisión estadounidense, que afecta sobre todo a España, Alemania, Francia y el Reino Unido, dio inicio a un nuevo enfrentamiento. “Lamentamos la elección que ha hecho EE.UU. de seguir adelante con los aranceles. Este paso no nos deja otra alternativa que seguir en su debido momento con nuestros propios aranceles por el caso Boeing, en el que Estados Unidos ha sido declarado culpable de vulnerar las normas de la OMC”, explicó la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.

Europa espera que la OMC emita un fallo similar contra el gigante norteamericano a principios del próximo año por sus ayudas a la aeronáutica Boeing, lo que autorizaría a Bruselas a imponer aranceles a productos estadounidenses como medida de compensación.

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Malmström indicó que el Ejecutivo comunitario hará un seguimiento del impacto de esos aranceles, “especialmente en el sector de la agricultura”, y recalcó que la institución está “comprometida con defender a las empresas, agricultores y consumidores europeos”.

“Imponer aranceles mutuamente no va en el interés de nadie a largo plazo. Infligirá daños muy significativos a una cadena de suministros altamente integrada en los sectores de la aviación en EE.UU. y en la UE y resultará en daños colaterales para muchos otros sectores que ya sufren bajo las actuales tensiones”, dijo la comisaria sueca.

Malmström recordó que tanto Bruselas como Washington han sido declarados culpables de ir contra las normas de la OMC y que, como los mayores fabricantes de aviones del mundo, ambos “tienen la responsabilidad conjunta de sentarse y negociar un acuerdo que sea equilibrado” y que cumpla con las normas de Comercio.

Buscan acuerdo

La Unión Europea solicitó al representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, empezar a negociar un acuerdo en su disputa comercial, pero no ha tenido respuesta.

Por su parte, el presidente de EE.UU, Donald Trump, advirtió que su país “no puede perder” una eventual ‘guerra’ comercial con la Unión Europea, tal y como, según dijo, ha quedado demostrado en su pugna con China. “(Con China) ha quedado demostrado que no podemos perder una guerra con aranceles. (...) En el caso de la Unión Europea estamos ganando US$7.500 millones”, dijo en una rueda de prensa.

Los nuevos aranceles estadounidenses, del 25 %, se centran en productos de España (queso fresco, aceitunas y el aceite de oliva, entre otros), Francia (vino, quesos), Alemania (café, galletas, gofres), el Reino Unido (whisky, dulces) e Italia (quesos), aunque afectan a una veintena de países comunitarios.

¿Qué ha pasado con China?

Mientras inicia una nueva ‘guerra’ comercial con Europa, EE.UU. mantiene unas semanas de calma en su conflicto con China, tras el anuncio de un acuerdo verbal la semana pasada.

Según diarios estadounidenses, representantes de ambos países sostendrán conversaciones esta semana para pulir detalles del texto que deberían firmar Trump, y su homólogo Xi Jinping durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, en Chile, en noviembre.

Según fuentes de ambos países, las delegaciones negociadoras acordaron que China incrementará la compra de productos agrícolas estadounidenses, y el gobierno de Trump suspenderá una nueva subida de aranceles que tenía prevista para esta semana en la importación de artículos chinos por valor de 250.000 millones de dólares.

Sin embargo, aunque Trump declaró a medios que el preacuerdo es “quizá mejor de lo que ha sido nunca”, y que la fricción pasó a ser “un festival del amor”, para los analistas colombianos el enfrentamiento entre ambos países está lejos de llegar a un final.

Alejandro Reyes, investigador del Bbva, prevé que la tensión va a continuar “muy probablemente hasta estar muy próximos a las elecciones presidenciales del otro año (noviembre) en EE.UU. Y se va a volver un tema electoral eventualmente”.

En ello coincide Mauricio Jaramillo, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario: “es muy poco probable que Trump desmonte toda esta idea de guerra comercial y nacionalismo económico; y se lance a hablar de la apertura y el libre comercio, eso no va a ocurrir”.

Además, para Reyes, el alcanzado hasta ahora “es un acuerdo cojo en el que quedaron varias cosas por fuera”, como los capítulos de transferencia forzada de tecnología en China y de derechos de propiedad, “que eran dos de los temas más relevantes de las negociaciones”.

En efecto, no ser resolvieron temas como las acusaciones de EE.UU. a China de usar sus empresas de tecnología, como Huawei, como instrumentos de espionaje.

Para Alejandro Useche, de la Escuela de Administración de la U. del Rosario, otro tema que tampoco se ha abordado es la ‘guerra’ de divisas que inició China al devaluar su moneda, el yen, para contrarrestar el efecto de los aranceles estadounidenses a sus exportaciones.

María Claudia Lacouture, directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana, señala por su parte que “persisten las dudas de que se logre un acuerdo y se mantiene el temor de volver a la incertidumbre generalizada”. Según la ejecutiva, “es mejor esperar al acuerdo oficial para determinar el impacto” sobre las economías.

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