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Jean Claude Duvalier estremece de nuevo a Haití

Después de 25 años de exilio, retornó ‘Baby Doc’, ex dictador señalado de desvío de capitales, desaparición forzada, destierro y torturas.

22 de enero de 2011 Por: Patricia Lee, corresponsal de El País

Después de 25 años de exilio, retornó ‘Baby Doc’, ex dictador señalado de desvío de capitales, desaparición forzada, destierro y torturas.

Burla, afrenta o jugada política audaz e incomprensible. El retorno sorpresivo a Haití del ex dictador Jean Claude Duvalier, más conocido como ‘Baby Doc’, el pasado domingo, ha abierto todos los interrogantes, en una isla que no tiene para sustos.Era lo único que faltaba: el terremoto de hace un año, la epidemia de cólera y ahora Duvalier, justo cuando se está en medio de las dos vueltas de las elecciones presidenciales, la primera de las cuales se realizó en noviembre, y a tres semanas de que el actual presidente René Préval termine su mandato.‘Baby Doc’ fue echado del poder en 1986 tras una serie de violentas manifestaciones, que culminaron con los 29 años de gobierno de la familia Duvalier, iniciados por su padre, Francois, en 1957. Después de 25 años de exilio dorado en Francia, este déspota retirado y millonario, ha vuelto para alojarse en el hotel Karibe, uno de los más lujosos del país devastado. “He venido para ayudar”, dijo. ¿A qué?Dinastía sangrientaDurante 29 años, los Duvalier sumieron a la isla en el terror y la miseria, amasando una fortuna que oscila entre los US$100 y los $500 millones. Ambos estuvieron al frente de uno de los capítulos más negros de la historia de Haití.Francois Duvalier, ‘Papá Doc’, inauguró la dinastía en 1957. Había nacido pobre, de padre profesor y madre panadera, pero logró graduarse como médico y trabajó en distintos hospitales. Entre pueblo y pueblo, fue consolidando su apoyo entre los seguidores del vudú, del cual se volvió un experto. Luego empezó a participar en política hasta que logró ser elegido presidente de la República, después de un violento golpe de Estado.Durante el reino de los Duvalier, la policía secreta Tonton Macoute, característica por sus anteojos oscuros, torturó y asesinó a miles de haitianos. Se calcula que entre 30.000 y 50.000 personas fueron reprimidas y decenas de miles huyeron al exterior, al tiempo que el ingreso promedio de la isla era de 200 dólares por año. En 1971, cuando Papá Doc murió, 90% de la población haitiana era analfabeta y sufría de tremendas enfermedades y desnutrición.A falta de un mejor sucesor, dejó a su hijo de 19 años en el cargo de presidente vitalicio. Quince años después, ‘Baby Doc’ fue echado del país tras los levantamientos de 1986, que llevaron a la Presidencia a Jean Bertrand Aristide, un ex sacerdote que a su vez fue echado en 2004, y que ahora pide volver.Al ser depuesto, Jean Claude Duvalier y su séquito de 19 personas se retiraron a los parajes paradisíacos de la Costa Azul francesa. Ironías de la vida, el país que creó la Declaración de los Derechos del Hombre, le dio asilo a este tirano, que pudo vivir durante años despilfarrando su fortuna, con su esposa. Esto duró hasta principios de los años 90, cuando se divorció, y hasta le cortaron el teléfono por la deuda que tenía, viéndose obligado a vivir en la austeridad.Sin que se entienda por qué, decidió abandonar su tranquilo refugio con su segunda mujer, para volver de improviso a una isla destrozada. Jean-Claude Duvalier tiene un pasaporte diplomático concedido por el Gobierno de transición (entre el 2004 y el 2006), y había expresado en reiteradas ocasiones su deseo de volver a su país. En 2007, por radio, había pedido “perdón al pueblo por los errores cometidos”.A rendir cuentasHaití viene reclamando a Suiza US$5,7 millones que los Duvalier tienen depositado en ese país.El 1 de febrero entrará en vigor la ‘Ley Duvalier’ aprobada en septiembre pasado por el parlamento suizo, que permite a la justicia confiscar fondos ilícitos de personas que tuvieron altos cargos públicos o que fueron dictadores de “países frágiles”, con el único objetivo de devolverlos al gobierno legítimo de la Nación y no a la familia del expoliador. Incluso, se rumoró que el retorno de Duvalier obedecía a un intento por lograr descongelar su millonaria cuenta en la banca suiza.Sin embargo, Haití nunca inició ninguna acción personal contra Jean-Claude Duvalier, ni pidió su extradición. De manera que, al llegar al aeropuerto Toussaint Louverture, en Puerto Príncipe, no había ninguna orden judicial en su contra. El gobierno del presidente René Préval no sabía de su retorno, y el Ministerio del Interior declaró que no había ninguna orden de detención contra él. Ahora se abren en Haití todos los interrogantes legales.Habiendo pasado ya 25 años, muchos se preguntan si sus crímenes prescribieron. Para evitar dudas, el martes, la Fiscalía haitiana presentó acusaciones de corrupción y asociación criminal, y el ex dictador Duvalier fue conducido por la Policía a un juzgado donde se le tomó declaración durante cuatro horas. El juez le ordenó no salir del país hasta definir si deberá ser procesado, al tiempo que se conocían otras demandas de violaciones a los derechos humanos como arrestos arbitrarios, torturas, exilio forzado y destrucción de la propiedad privada.La ONG defensora de los Derechos Humanos Amnistía Internacional declaró: “Si algún día se hace verdadera justicia en Haití, las autoridades tienen que abrir una investigación criminal sobre la responsabilidad de Jean Claude Duvalier por la multitud de abusos a los derechos humanos que se cometieron bajo su mandato, incluyendo la tortura, las detenciones arbitrarias, las violaciones, las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales”.El otro interrogante es político: Duvalier llega entre los dos turnos de las elecciones presidenciales haitianas. El primero, realizado el 28 de noviembre, no arrojó un ganador, y la segunda vuelta ha debido realizarse el 16 de enero, pero fue pospuesta sin fecha por el gobierno del presidente René Préval. Los monitores internacionales encontraron que los dos candidatos más votados fueron Mirlande Manigat y Michel Martelly, y no Jude Celestin, el protegido del mandatario Préval.Como escribió el editorialista de The New York Times, el periódico más influyente de Estados Unidos “Cada minuto que Jean Claude Duvalier esté libre en Haití agrega un insulto a una herida catastrófica”.

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