SALUD

En fotos: Barco hospital San Raffaele, la esperanza navega de nuevo en el Pacífico

El asalto del que fue víctima hace un mes en Buenaventura no detuvo al Barco Hospital San Rafaelle de zarpar a su segundo misión médica del año en el río Guají, Cauca.

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Desde que fue inaugurado en 2009, el San Rafaelle ha realizado un total de 74 misiones médicas en los departamentos de Chocó, Valle, Cauca y Nariño. Para esta oportunidad, tuvo que suspender los servicios de cirugía y odontología para respetar las normas de distanciamiento en época de covid.- Foto: Foto. Jaír Coll
La proa se convierte en la sala de espera del único barco hospital de Colombia. Durante la misión en Limones, el personal del navío atendía embarazadas, niños o mujeres que necesitaban ver al ginecólogo.- Foto: Foto. Jaír Coll
De los tres pisos que cuenta el navío, el segundo está adecuado para la atención médica. En la foto, mientras una madre viste a su hijo tras ser revisado por el pediatra, un médico del San Rafaelle toma un descanso al fondo del pasillo. Las jornadas son entre ocho y diez horas, dependiendo de la cantidad de pacientes.- Foto: Foto. Jaír Coll
En una lancha del San Rafaelle, el equipo médica se dirige al corregimiento de Limones a través del río Guají.- Foto: Foto. Jaír Coll
Este niño de 16 años fue herido de machete, al parecer, por jugar con este instrumento con un amigo suyo en Limones. Según contó a los médicos del San Rafaelle, el menor y su hermano de ocho años fueron abandonados por su madre, por lo que viven en el sector en condición de calle.- Foto: Foto. Jaír Coll
Con el ánimo de que lleguen limpios a la cita médica con el personal del Barco Hospital, una madre carga a sus dos hijos para evitar que se mojen por la inundación que provocó una creciente del río Guají en el corregimiento de Limones.- Foto: Foto. Jaír Coll
Martha, de 27 años, se somete a una ecografía durante su tercer embarazo, en donde se entera por primera vez que la criatura es una niña, la cual se espera que nazca en enero del 2021.- Foto: Foto. Jaír Coll
Decenas de pacientes, algunos venidos de veredas ubicadas a cuatro horas en lancha, esperan la llegada de los galenos atender sus necesidades de salud, entre las cuales hay citas por planificación familiar, heridas, enfermedades crónicas, entre otras.- Foto: Foto. Jaír Coll
Anatulia Angulo Vallecilla abraza a su hija Ruby, una joven de 25 años que tiene malaria cerebral, que le provoca convulsiones, retraso a nivel cognitivo y dificultades para comunicarse. Ambas viven en la zona más apartada de Limones.- Foto: Foto. Jaír Coll
Ana Lucía López, jefe de la misión en el río Guají, ha pertenecido al Barco Hospital desde su fundación en 2009. Si bien es economista con especialización en Gerencia Social, su experiencia le ha permitido formarse como líder y directora de la Fundación Italocolombiana del Monte Tabor.- Foto: Foto. Jaír Coll
Una joven de Limones, Guapi, solicitó que le retiraran la pila de su brazo derecho, la cual tenía una carga hormonal muy fuerte en su cuerpo, para que le pusieran la inyección anticonceptiva, que previene el embarazo durante un mes.- Foto: Foto. Jaír Coll
Decenas de pacientes de Limones y veredas aledañas escuchan cómo el celador del puesto de salud lee los nombres de los pacientes priorizados para ser atendidos. Como es de prever, son tantas las personas que requieren el servicio y más reducido el personal del San Rafaelle en esta misión, que no todas logran ser atendidas.- Foto: Foto. Jaír Coll
El equipo del Barco, ya en tierra, se dirige al puesto de salud de Limones, no solo con el ánimo de atender pacientes, sino también entregar mercados y donaciones como ropa, juguetes, condones, entre otros elementos.- Foto: Foto. Jaír Coll
Quintiliano Torres, de 64 años, se fracturó el tobillo derecho en octubre del año pasado tras resbalarse en su casa, lo que ha provocado que no pueda seguir trabajando como pescador hasta entonces. Tras ser atendido por el San Rafaelle, tendrá que ser remitido a Cali para hacerle seguimiento a su lesión.- Foto: Foto. Jaír Coll

30 de ago de 2020, 10:26 a. m.

Actualizado el 4 de may de 2023, 01:40 p. m.

El asalto del que fue víctima hace un mes en Buenaventura no detuvo al Barco Hospital San Raffaele de zarpar a su segundo misión médica del año. Esta vez, en el río Guají, Cauca, en donde estuvo entre el viernes 21 y sábado 29 de agosto para atender a más de 1300 personas de doce veredas del municipio de Guapi y el corregimiento de Limones.

Durante cuatro días, en Limones, El País acompañó al equipo médico, conformado por un ginecobstetra, dos pediatras, tres médicos generales, dos enfermeras jefes, un bacteriólogo para los exámenes de laboratorio, un paramédico, un psicólogo, un regente de farmacia y un asistente de registro y facturación, así como un grupo de marineros y cocineras.

“Es más difícil construir un puesto de salud por cada municipio ubicado en un perímetro de 1’200.000 de kilómetros desde Chocó a Tumaco, Nariño, que llevar un hospital flotante a las zonas más apartadas y abandonadas del Pacífico colombiano, en donde el acceso de salud es muy difícil por las distancias con los puntos urbanos y el conflicto armado”, asegura Ana Lucía López, jefe de misión y directora de la Fundación Italocolombiano del Monte Tabor, la cual administra el Barco.


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