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‘Richard’, el guerrillero de las Farc que era socio del Cartel de Sinaloa

La captura del jefe del Frente 30 evidenció los tentáculos de este grupo con el narcotráfico. Esta agrupación de las Farc se convirtió en la más rica del suroccidente.

27 de julio de 2014 Por: Ana María Saavedra S. | Editora de Orden

La captura del jefe del Frente 30 evidenció los tentáculos de este grupo con el narcotráfico. Esta agrupación de las Farc se convirtió en la más rica del suroccidente.

“Las mujeres siempre han sido la debilidad de los narcos. Por ellas, siempre caen”. La sentencia es de un investigador de la Policía, que lleva años capturando narcotraficantes. Su experiencia lo lleva a hacer esta afirmación. Y fue precisamente, la visita de su esposa, una joven de 28 años, la que llevó a los investigadores de un grupo especial de la Dijín de la Policía, encargado de la lucha contra el narcotráfico, a capturar a alias Richard -identificado como Martín Leonel Pérez Castro, jefe del Frente 30 de las Farc.Fue el deseo de encontrarse con su mujer, el que hizo que ‘Richard’ saliera de su campamento en zona selvática del Pacífico caucano, llegara hasta López de Micay, donde salió en una lancha hacia Buenaventura y de allí partió hacia Alcalá. Allí, en una lujosa finca de Alcalá, norte del Valle, lo esperaba su esposa. Pero también investigadores de la Dijín, que llevaban días camuflados en esa zona aguardaban su llegada. Fue así, como en la madrugada del domingo 20 de junio, los policías irrumpieron en la habitación de ‘Richard’, y, sin disparar un tiro, capturaron al llamado “capo” de las Farc en el suroccidente del país. Los lujos de esta finca, comprada hacía un año y medio por la esposa del guerrillero, en la que estaban parqueadas dos camionetas Toyota Fortuner y FJ y tres cuatrimotos, evidencian, para las autoridades la transformación de ‘Richard’ en un capo del narcotráfico. En la casa también encontraron $1.670 millones. La finca de Alcalá no era la única propiedad que la Policía asegura tiene ‘Richard’. En el Eje Cafetero también había comprado otras tres fincas para alquilar y estaba negociando diez mil cabezas de ganado. “Se estaba preparando para un pos conflicto. Como jefe del Frente 30 de las Farc, encargado de controlar las rutas del narcotráfico por el Pacífico caucano, había descubierto que podía negociar directamente con los narcos mexicanos cargamentos de droga y no limitarse a cobrar vacunas por laboratorios y por coca que saliera del país, entonces empezó a enviar sus propios cargamentos”. El Frente 30 y el narcotráficoLa relación entre el Frente 30 de las Farc y el narcotráfico empezó hace más de una década, cuando su jefe de entonces, Jorge Neftali Umensa, ‘Mincho’, empezó a cobrarle vacunas a los narcos que querían sacar droga por el Pacífico. El dinero conseguido por ‘Mincho’ empezó a financiar una gran parte del Comando Conjunto Occidente y poco a poco el Frente 30 se convirtió en el grupo que más dinero aportaba. En los operativos contra ‘Mincho’ -muerto en uno de ellos en octubre del 2011- las autoridades encontraron varios de sus campamentos, en los que se incautaron computadores portátiles y memorias USB, así como cuadernos, en los que se llevaba parte de la contabilidad del Frente.Los documentos hallados revelaron que el narcotraficante ecuatoriano Jefferson Ostaiza lo visitó en uno de sus campamentos del Yurumanguí en el 2010. Ostaíza era, según fuentes de inteligencia policial, uno de los enlaces con los que ‘Mincho’ negociaba los envíos de droga hacia Centroamérica y México. Cuando ‘Richard’ asumió el año pasado el mando del Frente no sólo heredó los contactos de ‘Mincho’ con narcos, sino que aprovechó el vacío que dejaron las capturas de hombres de confianza de los hermanos ‘Comba’, hasta entonces quienes controlaban el narcotráfico en el suroccidente.“Él había tenido contactos con alias Guara y Azael (extraditados a Estados Unidos), quienes manejaban la principal ruta de envío de coca que salía desde los ríos López de Micay y Naya, en el sector La Playita, en Timbiquí, hasta Centroamérica. En ese momento, ‘Richard’ se conecta directamente con los narcos mexicanos y acuerdan enviar droga de forma directa”, explica un investigador de la Policía. El grupo especial de la Policía contra el narcotráfico empezó a recibir información de alias Richard hace aproximadamente ocho meses. Los datos entregados por informantes lo mencionan como el capo de las Farc en el suroccidente.Y aunque este hombre tiene 28 órdenes de captura en su contra por los delitos de concierto para delinquir, homicidio, extorsión y secuestro, entre ellos el plagio de los disputados del Valle, y está condenado a 40 años de cárcel, en una Corte de Estados Unidos también lo investigan por narcotráfico.Durante estos meses de investigación, la Dijín y la DEA le han decomisado a ‘Richard’ diez toneladas de cocaína, que eran transportadas en lanchas rápidas. Los cargamentos han sido hallados cerca a Panamá, Costa Rica, Guatemala y Honduras. “Las marcas que utilizaba eran la de los Victorinos (dos V sobrepuestas), una cabeza de un caballo y el logo de Mercedes Benz”, agregó el investigador.El dinero que ‘Richard’ le aportaba al Comando Occidente eran por el impuesto que cobraba a los cultivadores y a los laboratorios, la otra vacuna era a los narcos, por cada kilo que se enviaba a Centroamérica recibían $450.000, por clorhidrato, y $150.000, por base.Sin embargo, el enviar directamente droga o vendérsela a los narcos de Sinaloa le daba una ganancia de US$11 mil, si lo entregaban en Panamá, y US$15 mil, si era en Costa Rica.En las interceptaciones que los grupos de inteligencia realizan de los reportes que ‘Richard’ le hacía a sus superiores, este hablaba de grandes sumas de dinero. Los investigadores lo escucharon mencionar cifras de “300 melones o 600 palos”. También, reveló una fuente de inteligencia, lo escucharon recibir reportes de la marea en los esteros. “Inferimos que estaba coordinando la salida de cargamentos de droga por los esteros que conducen al mar”, dijo la fuente. Las visitas de los mexicanosEn abril pasado, el mismo grupo especial de la Dijín de la Policía capturó a Héctor Coronel, un mexicano originario de Culiacán, Sinaloa, y conocido con el alias de Ricón, (parodiando a Ricky Ricón) por la lujosa vida que llevaba en Cali, donde tenía varias amantes, a las que le había regalado a cada una un apartamento, tenía lujosos carros. Era amante de los gallos y los casinos y “podía gastarse en una sola noche ocho millones de pesos en una cena”, explicó uno de los oficiales que lo capturó.‘Ricón’, también llamado ‘Rincón’, había sido enviado a Colombia por el ‘Chapo’ Guzmán, jefe del Cartel de Sinaloa, con la misión de evitar los intermediarios y negociar directamente con los productores de la coca. “‘Ricón’, quien tenía varios enlaces en el suroccidente, escogió Cali para moverse hacia Buenaventura, Cauca y Nariño, donde se contactó con alias El Tio, jefe del Bloque Suroccidental del ELN; con ‘Richard’ y ‘Rambo’, comandante de la Columna Daniel Aldana de las Farc”, agregó.Y no sólo le compró drogas a estas organizaciones, también adquirió armas de gran calibre. “Adquirió granadas de 40 milímetros, lanzagranadas y rockets, para la guerra que libra el Cartel de Sinaloa con otros grupos en México. En Ipiales le decomisamos una avioneta que salía con 600 kilos de pasta de coca, 48 granadas de 40 mm y cuatro misiles antitanque”, reveló el policía, quien explicó que intentan establecer si el que le vendió esa droga fue ‘Richard’.Pero el contacto entre Sinaloa y ‘Richard’ no solamente se daba con ‘Ricón’. En operativos contra el Frente 30 y sus laboratorios las autoridades han hallado documentos de mexicanos. “Otros narcos llegaban desde México hasta Cali o Medellín, luego salían hacía Bahía Solano o Buenaventura y en lanchas de turismo entraban hasta López de Micay o Timbiquí, donde los esperaban guerrilleros que los trasladaban hacia los campamentos para encontrarse directamente con ‘Richard, quien los recibía personalmente para evitar filtraciones’”, precisó otro investigador.

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