Judicial
Jaime Martínez, la disidencia que está controlando el norte del Cauca
Junto a la Dagoberto Ramos manejan el negocio del narcotráfico en el sur del país, lo que les ha dado poder económico y militar.
Colombia no sale de su asombro luego de los atentados terroristas perpetrados por la disidencia de las Farc el miércoles en el norte del departamento del Cauca, siendo el ataque de Timba el más fuerte, pues dejó dos personas muertas, cinco heridos y varias casas destruidas.
Y es que a las 7:10 de la mañana, un carro bomba explotó en inmediaciones de la estación de Policía del corregimiento, destruyendo la infraestructura de la entidad, una institución educativa, algunas casas y negocios. Además, fallecieron la docente Estela Balanta y Ardani Álvarez, quienes circulaban por el lugar.
Lo más indignante es que estos ataques se perpetraron un día después de que el Gobierno Nacional y el llamado Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc anunciaran un cese al fuego bilateral que iniciará el 8 de octubre y tendrá una duración de diez meses.
Por ello, los pobladores y mandatarios del departamento del Cauca pidieron más pie de fuerza militar y garantías al Gobierno Nacional, pues además de la tragedia de Timba, ocurrieron otros hostigamientos en Santander de Quilichao y Suárez en los que afortunadamente no hubo personas heridas.
Ramas de la guerra en el Cauca
El Estado Mayor Central es la primera disidencia que no se acogió a los Acuerdos de Paz de 2016, fue liderada por Iván Mordisco, quien reclutó fracciones de diferentes frentes de las extintas Farc. Si bien no se tiene claridad del número exacto de sus integrantes, algunas fuentes expertas sugieren que en caso de un desarme se desmovilizarían unas 3000 personas.
Néstor Rosanía, investigador y corresponsal de conflictos armados, explicó que “el Estado Mayor comenzó a hacer reclutamiento de facciones, sobre todo para tener músculo y afrontar la guerra contra los de la Segunda Marquetalia, dirigidos por Iván Márquez”, otra disidencia de las Farc.
Además, Kyle Johnson, cofundador de Core, una organización que estudia conflictos armados, afirmó en diálogo con La Silla Vacía que “el Estado Mayor Central es una instancia de toma de decisiones donde distintas unidades regionales tienen sus diferentes representantes”.
El especialista indicó que se dividen por bloques: El occidental opera entre Valle, Cauca, Nariño, Huila y Tolima; el bloque Magdalena Medio va desde el Catatumbo hasta el oriente antioqueño, mientras que el Comando Conjunto del Oriente incluye las unidades de Arauca y Casanare.
Rosanía manifestó que estas estructuras se establecieron en esta zona debido al control del negocio del narcotráfico. “En estas zonas se concentran los tres eslabones del narcotráfico: el cultivo, el procesamiento y la salida de la droga. La DEA dice que el 70% de la cocaína colombiana sale por allí”.
El control del norte del Cauca y sur del Valle ha enmarcado el conflicto que afecta principalmente a los civiles. Por ello, el investigador afirmó que las conversaciones con las disidencias son necesarias y que los atentados del martes podrían ser una estrategia del grupo terrorista para mostrar fuerza.
“Estos actos los fortalecen, les dan mayor músculo para intentar imponerse en una mesa de negociación y poder lograr más concesiones por parte del Gobierno Nacional en el marco de la paz total”, pero añadió que esto puede ser un síntoma de que el Estado Mayor no tiene el control total de todas las facciones.