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Así instrumentalizan las disidencias de las Farc a los campesinos del Cañón del Micay para hacerle asonadas al Ejército

La denuncia se conoce tras el secuestro o retención de 45 militares en el Cerro Los Tigres, en El Tambo, Cauca. Las comunidades, mientras tanto, piden inversión social.

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Luego de la liberación de los 28 policías y el militar, los pobladores del Cañón del Micay empezaron a expulsar a los demás militares del área urbana de El Plateado.
Luego de la liberación de los 28 policías y el militar, los pobladores del Cañón del Micay empezaron a expulsar a los demás militares del área urbana de El Plateado. | Foto: Camilo Fajardo

8 de sept de 2025, 01:48 p. m.

Actualizado el 8 de sept de 2025, 07:35 p. m.

Máxima tensión en la zona rural del municipio de El Tambo, al suroccidente del Cauca, por el secuestro de 45 soldados en el sector conocido como Cerro Los Tigres por parte de algunos integrantes de las comunidades campesinas de la zona.

Esta situación, que empezó desde hace aproximadamente ocho días, se intensificó en las últimas horas cuando esos pobladores llegaron a ese cerro para después rodear y después destruir la base instalada en el marco de la Operación Perseo II. Ahora se adelantan las acciones humanitarias para lograr la liberación de los militares.

Los campesinos de esta vereda y otras que integran el Cañón del Micay la reclaman al presidente Gustavo Petro por darle una solución militar al tema de la guerra en esta zona, desconociendo la inversión social como fue pactado en años anteriores.
Los campesinos del Cañón del Micay le reclaman abiertamente al presidente Gustavo Petro por darle una solución militar al tema de la guerra en esta zona, desconociendo la inversión social como fue pactado en años anteriores cuando visitó la zona. | Foto: Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano

“Una vez más asistimos a un escenario de instrumentalización del campesinado, el cual solo conoce la presencia del Estado cuando solo ponen en marcha operativos militares, como sucede con la operación Perseo, donde llegaron más de mil soldados cuando lo que esperábamos del presidente Gustavo Petro era la inversión social para terminar precisamente la violencia de los grupos armados”, denunció Martín Giraldo, uno de los líderes de esta zona del suroccidente del Cauca.

Ese reclamo surgió después de confirmarse este secuestro, porque para los pobladores de zonas como el corregimiento de Huisitó y otros, es claro que ahora vienen los señalamientos y estigmatización contra sus dirigentes desde todos los sectores o actores de este conflicto, como bien lo denuncian los campesinos en medio de la tensión que se presenta por esta situación.

“Ahora nos tildan de ser guerrilleros o disidentes porque estamos en un territorio donde este grupo armado al margen de la ley es la autoridad en estos corregimientos y veredas, si ellos ordenan la asonada, pues quién se va a poner a pelear contra ellos que están armados, porque no se afanaron para llegar al territorio para construir las carreteras, las escuelas y puestos de salud que necesitamos. No, nos tocó a nosotros mismos, como comunidad, reunir los recursos y construir las obras, como fue la carretera hacia el pacífico en medio de todos estos grupos y del narcotráfico”, agregó Martín Giraldo.

Ese fue el llamado que surgió desde esa zona cuando se conocieron las imágenes de esos campesinos buscando expulsar a los militares luego de destruir las trincheras que habían edificado desde el inicio de la operación Perseo II, generando tensión entre en la zona, considerada como el Cañón del Micay.

Los militares, con el apoyo de caninos, verifican que entre los cultivos de coca no existan campos minados, estas acciones se adelantan en medio de la Operación Perseo.
"Llevamos años y años sembrando coca porque es lo único rentable en esta zona, hay familias enteras que se dedican a esto porque acá nunca llega la inversión del Estado", Martín Giraldo, líder campesino del Cañón del Micay. | Foto: Suministrada Líderes del Micay

Pero así como están esas denuncias, también está el reporte que entregan los militares a la hora de informar sobre cómo los comandantes del frente Carlos Patiño de las Farc “obligan a los campesinos a realizar estas asonadas, buscando detener el avance del Ejército en esta parte del Cauca, a través de amenazas y chantajes, obligan a los pobladores a protagonizar estos ataques a la fuerza pública, situaciones que son catalogadas como delito por parte de la ley colombiana”.

De hecho, y para sustentar esa denuncia, los integrantes del Ejército compartieron un audio donde se escucha a uno de los comandantes de ese grupo armado al margen de la ley amenazando al campesinado de Huisitó y otras poblaciones para que expulse a los militares, de lo contrario serían objeto de multas y otras agresiones por parte de los alzados en armas.

“Para el día de mañana necesitamos a todo el mundo, hombres, mujeres y niños de todas las casas deben de llegar a la base de Cerro Tigres, desde donde nos tiraron esas bombas, de todo, allá tenemos que llegar a sacar al ejército, eso de que están poniendo minas es puro cuento. Ya saben, si no asisten, tendrán una multa de dos millones de pesos, no se pongan con “maricadas” y pónganse a pensar las cosas muy bien”, es la amenaza del jefe disidente a la hora de ordenar esa asonada.

Por eso era cuestión de días que se presentara esa retención, porque esos campesinos empezaron a recorrer esta parte de la zona rural de El Tambo hasta llegar a la base para protagonizar esos choques que ahora se conoce gracias a uno de los pocos vídeos que pusieron a circular entre los periodistas del país.

“Acá si hay instrumentalización de los campesinos, es eso una realidad, de hecho muchos de esos pobladores optaron por desplazarse y salir de la zona precisamente para no queda en medio de esta pugna violenta, además para que no les quemaran sus casas o negocios, eso también que hay decirlo”, relataron otros líderes sociales del El Tambo, quienes insten en la puesta en marcha de los planes sociales para quitarle terreno a los grupos armados al margen de la ley.

Este grupo de soldados se suman a las acciones militares que se adelantan en el marco de la operación Perseo, con la cual el gobierno de Gustavo Petro pretende tener el control del Cañón del Micay.
La fuerza pública colombiana adelanta la operación Perseo II en el denominado Cañón del Micay, de ahí que más de 1.000 soldados ahora está en esta zona para enfrentarse con la disidencia Carlos Patiño de las Farc. | Foto: Ejército Nacional

Soy comunicador social de la Universidad Santiago de Cali y periodista radicado en Popayán desde hace más de 15 años, pero con nacionalidad caleña. Además, soy reportero judicial en una de las regiones más hermosas del mundo, el Cauca.

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