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La puntualidad marcó el comienzo de un show que prometía emociones. El penúltimo concierto del año para Juanes & Morat, el último será este domingo. | Foto: Tomado de redes sociales

MEDELLÍN

¿Sigues viviendo en el 506? El emocionante concierto de Morat y Juanes en Medellín

Con las graderías altas de amarillo, las bajas de azul y los palcos de rojo, los colores de la bandera colombiana le dieron la bienvenida a los artistas.

18 de diciembre de 2022 Por: Colprensa - El Colombiano

“Un, dos, tres Juanes. Un, dos, tres, Morat”, gritaron a todo pulmón y con las manos unidas Juanes, Simón, Martín, Juan Pablo y Villa, segundos antes de salir al escenario del estadio Atanasio Girardot.

La puntualidad marcó el comienzo de un show que prometía emociones. El penúltimo concierto del año para Juanes & Morat (el último será este domingo) debía tener ese calorcito del hogar: para Juanes en su Medellín del alma, para Morat en su país y sintiéndose en su casa en esta ciudad.

A las 9:00 de la noche comenzaron a sonar los acordes de Besos en Guerra. Morat salió al escenario y el Fan Project cumplió su misión: a cada persona, dependiendo de la localidad, se le entregó un sticker para poner en la linterna de su celular. Las graderías altas de amarillo, las bajas de azul y los palcos de rojo, los colores de la bandera colombiana le daban la bienvenida a los artistas.

Esa canción la interpretan con Juanes y por eso el maestro, mentor, a quien respetan por ser “un tipazo” y a quien han “admirado” durante toda su vida, salió desde abajo del escenario para poner lo suyo y enloquecer a los cerca de 40.000 fanáticos que con orgullo mostraban su luz.

La noche seguía con Juanes & Morat juntos, porque después de Besos en Guerra siguió su más reciente colaboración, 506. La oportunidad de ver con claridad por qué ya llevan dos canciones juntos o se unieron para este show: su música se compagina, son instrumentalistas prodigiosos y sus voces se acoplan a la perfección. 


Juanes se despidió por un ratico del escenario y siguió Morat con todo su repertorio, ese que los ha hecho consolidar una carrera de prestigio internacional y sumar una legión de fanáticos fieles que les copian en todo, como cuando horas antes del concierto anunciaron que el dress code (código de vestuario) era negro: había que ver a más de medio estadio vestido con ese color.

Tras melodías como A dónde vamos, Segundos platos y Aprender a quererte, Juan Pablo Isaza esbozó una sonrisa y ojos de asombro en su rostro para referirse a ese presente con el estadio lleno: “Este momento va a quedar inmortalizado en nuestra memoria, en diciembre de 2022 tocamos en este estadio, es una locura”, dijo.

Siguieron canciones como Primeras veces, Mi suerte y Mi nuevo vicio y ahí la primera sorpresa de la noche: Andrés Cepeda llegó al escenario para cantar Mi pesadilla con Juan Pablo Isaza al piano y de paso emocionar a esa generación más adulta, que también estuvo presente en este concierto, interpretando uno de sus grandes himnos de cuando estaba en Poligamia: Mi generación.

Morat recordó además que tu recuerdo No se va, que Las cometas siempre vuelan en agosto y que hay amores con hielo no sin antes entregar otra sorpresa: el Ferxxo apareció para cantar Salir con vida, esa colaboración con la banda bogotana que arrancó histeria colectiva al ver a Feid en el escenario.

Morat no dejó por fuera éxitos como Cuando nadie ve, No te debo nada o Eres tú, y cerró el espectáculo con Cómo te atreves.

Una hora y 20 minutos de concierto para demostrar con carisma, talento y poderío escénico, por qué son la banda de pop más importante del país en este momento y por qué alcanzan fuera de Colombia tanto reconocimiento.


A Juanes, literalmente, se le pusieron los pelos de punta, los de su ahora larga cabellera. La electricidad estática hizo lo suyo y Juanes apareció en pantalla, en medio de su primer concierto en Medellín, con los pelos parados: “Literal, Medellín me electrocutó de amor”, dijo el paisa en su cuenta de Instagram.

A las 11:00 de la noche salió al escenario con uno de los grandes éxitos de su carrera: A Dios le pido, seguido de Mala gente y luego Amores prohibidos. Vestido también de camisa negra, con jean y chaqueta, exhibió todo su genio musical y su experiencia.

La paga y Yerbatero calentaron la fiesta y había que sacar el rato para devolverse un poco más, hasta 1997 cuando hacía parte de Ekhymosis y la banda lanzó La Tierra, y esta vez a la tarima subió de nuevo Morat para interpretar ese himno patriótico que en ese año comenzó a presentar a Juanes como un nombre a tener en cuenta en la industria musical. Un dato curioso: Juanes estaba en sus 25 cuando salió La Tierra, hoy los Morat son también veinteañeros.

Solo siguió ese homenaje a su momento en Ekhymosis. Acto seguido Me enamora, La camisa negra y La luz desbordaron alegría en la audiencia. Un punto muy alto con juegos pirotécnicos (en ambos conciertos) y papelitos de colores al final para que Juanes abrace a Medellín en su primer concierto de despedida del año y el público le reconozca su experiencia, trayectoria, talento y compromiso.

Nadie salió triste, no hubo reparos, solo uno que otro fanático de Juanes que hubiera querido escuchar Fijate bien o Nada, pero que igual salieron satisfechos. Fue una noche en la que al menos tres generaciones estaban presentes, era la historia del pop colombiano en dos referentes musicales del país: Juanes & Morat sí la sacaron del estadio.

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