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¿Qué es una vida buena?, Fernando Savater lo responde en Exposer

El célebre filósofo y escritor español estará en Cali para dar una charla, este domingo, en ‘Exposer 2016’, a las 2:30 p.m. en el Hotel Dann Carlton. Entrevista.

2 de septiembre de 2016 Por: Isabel Peláez | Reportera de El País

El célebre filósofo y escritor español estará en Cali para dar una charla, este domingo, en ‘Exposer 2016’, a las 2:30 p.m. en el Hotel Dann Carlton. Entrevista.

Fernando Savater, el  filósofo, novelista y autor dramático español que escribió  junto a su esposa Sara Torres (fallecida el año pasado) el   libro ‘Aquí viven leones’, dictará  en Exposer   la conferencia ‘¿Qué es una vida buena? Las razones de la ética’. Lea también: "No hay que tomar el fútbol tan en serio": Fernando Savater

¿Pero cuál es la ética de Savater? ¿Existe la felicidad? Hablamos con  el viudo de Sara, el  que cree que ser feliz es pretencioso pero que se puede disfrutar de la alegría mientras dure. El que considera que la religión es la cocaína del pueblo, pero  reza todas las noches para que Donald Trump no llegue a la presidencia de Estados Unidos. El que no se siente con fuerzas de  tener otra pareja, pero festeja la vitalidad de su amigo Mario Vargas Llosa para vivir su romance otoñal.

¿Por qué dice que cuando hay amor no se requiere  ética?

 Porque cuando una madre está cuidando a su bebé  y está loca por él, no hace falta recordarle que sus deberes  son cuidar bien al niño y alimentarle, todo eso le sale  espontáneamente e incluso le parece poco lo  que hace. Cuando hay  verdadero amor, no necesitamos que nos estén recordando  las obligaciones que tenemos por los otros.

¿Las  virtudes para  una  vida buena se adquieren o se nace con ellas?

Hay una disposiciones favorables,  somos seres sociables, hechos en principio para buscar la complicidad y el apoyo de los otros. No detestamos a nuestros  semejantes por sistema, pero  muchas veces los intereses que hay entre nosotros,    por ser semejantes y  querer las mismas cosas, hace que entremos en conflicto.  Hay que  buscar cosas que creemos provechosas para nuestra vida, nuestro mantenimiento y mejora, pero  también  recordar que lo más útil y necesario para cualquier ser humano es el otro. Se aprende con el tiempo. Los niños son muy tiránicos,  poco a poco  van aprendiendo a  ser más flexibles. 

Se puede  faltar a la ética por supervivencia...

La ética es muy útil para la supervivencia. Una  persona que constantemente  está enfrentándose a los demás, desafiándoles, haciéndoles malas jugarretas, está  perjudicándose a sí mismo,  al final nadie le ayudará. Los egoístas bien informados  se benefician de  la ética.

Hay una tendencia  a no creer en la felicidad. ¿Usted cree?

 La felicidad me parece una  palabra muy ambiciosa para seres mortales  que tenemos tantas  posibilidades de tragedia en nuestra vida. Ser  feliz quiere decir que nada te puede dañar, que nada  te puede quitar lo que amas. Yo  me conformo con la alegría,   más modesta. Uno puede estar alegre sabiendo  que esta puede acabarse o se transformará en tristeza. Pero, mientras dure, bienvenida la alegría.

¿Por qué dice que la religión no es el opio sino la cocaína del pueblo?

Hay quienes no  cometerían atentados o crímenes si no fuera porque creen que la religión los obliga a hacer esas cosas. Ahí la religión no actúa como un opiaje que calma las aflicciones, sino como algo que los enfrenta, como  excitante para atacar a otros;    se  convierte  en  fuente de fanatismo y de peligro para los demás.

¿Qué falla en la democracia?

Ha pasado por muchos avatares históricos, tiene defectos y virtudes, pero es el mejor resumen. Como  dijo Churchill, “la democracia es el peor sistema político, excepto por todas las otras formas”, no es un paraíso, no es una beatitud, es un instrumento para mejorar la vida pero  tropieza con impedimientos no solo exteriores,  sino interiores, como  nuestros egoísmos, nuestras arrogancias.

¿El ‘totalitarismo light’ tiende a crecer o a disminuir?

El totalitarismo del siglo pasado,  nazi, bolchevique, fue terrible. Hoy en nuestro mundo hay tendencias teocráticas, en algunos movimientos islámicos   y dictaduras en China, en Cuba. Pero  ya no abunda   el totalitarismo más feroz contra la dignidad humana, como en el siglo XX.

¿Vivir la época de Franco qué enseñanzas le dejó?

Viví la dictadura de Franco y   el terrorismo de ETA, me han tocado bastantes años malos. Me enseñaron que uno tiene que  intentar siempre hacer lo que cree que debe, pero prudente,  sin buscar el peligro ni  tropezar con los matones. Siendo   firme  puede defender su principio  de dignidad o velar porque no se olvide.

¿Ni aún cuando estuvo amenazado se arrepintió de cosas que dijo?

Me preocupaba que las consecuencias de  esa postura  intransigente pudiera traer daños  para mi familia.

¿Qué piensa de los ciudadanos que quieren arreglar su país y escupen veneno en redes sociales?

Si los usamos para nuestra diversión, qué bien que lo hagamos para buscar lo mejor para el país. Otra cosa es cuando  se convierte en maledicencia, insultos, hostigamiento a personas.   

¿Qué le espera a EE.UU. con Donald Trump o Hillary Clinton al mando?

Yo rezo todas las noches, aunque no soy buen rezador, para que Trump no llegue a la presidencia. Hillary Clinton será la primera presidenta de Estados Unidos, tendrá sus defectos y  aciertos, pero es   indudable su preparación política. Tendrá sus ambiciones, pero es una política normal, positiva. Trump es un peligro público, un  ignorante, brutal, xenófobo, tiene todos los aspectos negativos. 

Dice que al morir su esposa, usted dejó de vivir. ¿Cómo sobrevive?

La vida con mayúscula, la plena, de alegría, de deseo de recreación, de compartir lo mejor, esa vida murió  con mi mujer. Me quedan unos cuantos restos para arreglármelas el tiempo que me quede.

¿Sigue viendo a su amigo Mario Vargas Llosa?

Cuando nos encontramos. Ahora tiene otro interés  (risas). Estuve en sus fiestas  de cumpleaños. Lo admiro. 

¿Qué piensa de ese amor otoñal que él vive con Isabel Preysler y que fue muy criticado en su momento?

Hay que criticar a quienes hacen daño a otros, pero a quienes disfrutan hay que envidiarles. Una persona con un número de años muy grande y  una vida  plena como Mario y que todavía  tiene fuerzas y ganas y deseos para el amor, es admirable. Él siempre ha sido muy  vital, con una gran fuerza y empuje y  lo sigue siendo, mientras yo,  siendo más joven que él, no tengo ganas de casi nada.

¿Podría usted volver a enamorarse?

Ni lo creo ni lo deseo, porque  sigo enamorado. Una cosa es perder el objeto del amor y otra cosa es perder el amor, yo he perdido el objeto del amor, pero el amor lo sigo teniendo.

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