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Melanie Griffith y su vida de excesos

Las drogas y el alcohol han dominado su vida desde los 18 años.

15 de junio de 2014 Por: Redacción de El País

Las drogas y el alcohol han dominado su vida desde los 18 años.

Melanie Griffith dice que tiene “una personalidad adictiva”, así lo afirmó a la revista australiana New Idea. Tristemente las drogas y el alcohol han dominado su vida desde los 18 años. Su vida de excesos empezó junto a su primer esposo, Don Johnson, la popular estrella de la serie ‘Miami Vice’ con quien se casó en dos oportunidades: en 1976 y luego en 1989. “Vivía en un mundo de sexo, drogas y rock' n roll. Un verdadero estilo de vida salvaje”, explicó una vez Griffith.La relación siempre fue caótica y por cuenta del romance a ella, con 14 años, la expulsaron del colegio, además por ser él 8 años mayor. Cuando ella cumplió 18 se casaron, pero duró poco. Con el tiempo y tras un matrimonio, también fallido con Steven Bauer (padre de su hijo Alexánder), Melanie empezó a consumir alcohol. Pero se reencontró con Johnson y de esa unión nació su hija Dakota, la protagonista de ‘Cincuenta sombras de Grey’. La propia Melanie declaró que su estilo de vida junto a Jonhson sacó a flote lo peor de ella. “Cuando se recibe gran atención de los medios, asistes a un montón de fiestas estúpidas y tienes 18, 19, 20, 21; además, eres lindo, sexy o lo que sea, hay mucha atención y es imposible saber quién eres a esa edad”. En junio de 1988 hizo su primer proceso de rehabilitación, cuando se internó en la Fundación Hazelden, en Minnesota. En declaraciones recogidas por Daily Mail eso sucedió tras finalizar el rodaje de su película ‘Armas de mujer’, por la que ganó un Globo de Oro y una nominación al Óscar a mejor actriz. Según la publicación, en una ocasión el propio director Mike Nichols le llamó la atención por llegar alcoholizada al set. Años después, en 1994, Melanie reveló a la revista Vanity Fair algo más doloroso: que había sido adicta a las drogas para llenar los vacíos amorosos de su infancia y que desde los 10 años tomaba vino “para escapar de mis inseguridades”. Pero en los años 2000 y 2009 regresó a rehabilitación, esta vez por su abuso en el consumo de analgésicos. Tan agudo fue su problema que sus hijas Dakota y Stella fueron quienes la motivaron a internarse de nuevo y a apostar por una rehabilitación que le tomó tres meses, hace cuatro años.Su recaída fue motivada por un accidente que tuvo esquiando, en el cual se lesionó una rodilla. Pero tras superar su momento más difícil, siguió tomando pastillas para el dolor. Ya recuperada de su adicción le dijo a Los Ángeles Times: “No podría haberlo hecho sin ellos y estoy agradecida. Ahora veo que simplemente no lo entendía. Esto no quiere decir que yo sea estúpida. Esa es la enfermedad”. Melanie siempre ha reconocido el apoyo incondicional de su familia y Antonio, su esposo, la describía como una leona dispuesta a pelear contra su comportamiento adictivo. “El cambio para cualquier persona que ha sido adicto a sustancias que alteran la mente, como el alcohol o las drogas, es tan grande... Es difícil pero fue realmente una experiencia maravillosa para mí. Me cambió la vida”, dijo ella. Ante los medios nunca ha negado sus problemas de adicción, una actitud que el sicólogo Peña considera como “una manera de victimizarse y que la gente sienta lástima por ella. Además, si la gente se da cuenta es mejor y en caso de ser descubierta, eso no daña su imagen”.Como si fuera poco, las redes sociales se han convertido en su verdugo con el ‘ciber-bullying’. En redes la tildan de estar horrible y fea por abusar de las inyecciones de colágeno en sus labios y sus cirugías en pómulos, nariz y labios. “Me parece ofensivo e injusto, teniendo en cuenta que yo nunca me he dedicado a insultar a nadie. Estoy a gusto con mi apariencia y me dedico a cultivar mi físico a diario gracias a mi entrenador y a la práctica del yoga”, reveló a US Weekly. Más triste aún que colegas como Jane Leeves, de la serie 'Frasier', en declaraciones a Daily Mail, también se refieran a sus malas decisiones. “Las operaciones estéticas no te garantizan trabajo, de hecho creo que te convierten en alguien imposible de contratar. Mira lo que le ha pasado a Melanie Griffith: su carrera está arruinada desde que se volvió loca por la cirugía estética. Era guapísima y ahora parece una trucha enfurruñada. Su obsesión por mantenerse joven le ha jugado una mala pasada”.

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