La caleña Sonia Serna recibió el título de Chef Honoris Causa, el cual valida 25 años dedicados a la cocina

A la caleña Sonia Serna Benítez le otorgaron, el pasado 4 de diciembre de 2025, el grado de Chef Honoris Causa, por parte de la Escuela Gastronómica de Occidente, EGO, un reconocimiento que, según sus propias palabras: ”Valida más de 25 años dedicados a la cocina, mi pasión y motor de vida".

Siempre bajo la consigna de “cocina pensada”, el enfoque de Sonia va más allá de preparar recetas o presentar platos. Ella entiende la cocina como “un espacio donde convergen origen, identidad, cultura, familia, educación, economía y construcción de paz”.

“Coincido con Carlo Petrini en que la cocina es una manifestación cultural profundamente política. Creo en su poder para unir, transformar y generar diálogo; alrededor de la mesa se abordan los temas más trascendentales de nuestras vidas”, advierte.

Por eso, para ella, vestir la filipina de chef es “un honor”. Confiesa que durante años, “al recibir chaquetas en eventos gastronómicos, me sentía impostora por no tener un título formal, a pesar de mi experiencia y conocimiento. Nunca había pasado por una institución culinaria ni recibido una acreditación como chef. Hoy puedo decir con orgullo que soy cocinera, que poseo un título de chef, y que visto esta prenda con respeto, pertenencia y gratitud”.

Considera Sonia importante aclarar la diferencia entre la chaquetilla de chef y el delantal tradicional: “Hace falta una didáctica seria que distinga los roles y sus atuendos, pues muchas cocineras tradicionales están adoptando la chaquetilla, cuando su delantal —símbolo histórico de su oficio— merece ser dignificado y preservado".

A lo largo de su trayectoria en el mundo de la cocina, la chef aplicó sus conocimientos de mercadeo, adquiridos durante su formación y práctica como diseñadora. También realizó un diplomado en Gestión Cultural con la Universidad de Córdoba. Y durante mi estancia en Estados Unidos obtuvo una certificación en cocina saludable, cuyos principios ha incorporado siempre en sus propuestas culinarias.

Ante la pregunta: ¿Por qué es tan importante no solo dedicarse a ser un chef, sino conocer nuestra propia cocina?, la chef reflexiona: “Es un tema que he manifestado siempre, cuando he tenido la oportunidad, como cocinera y gestora cultural enfocada en la cocina tradicional, he promovido su valor y la importancia de comprender el origen de los alimentos, las recetas, los ingredientes, las personas que los preparan y la riqueza de nuestra tradición culinaria”.

“A través del movimiento internacional Slow Food, al cual pertenezco, hemos impulsado campañas para fortalecer esta comprensión y reconocer la cocina como una manifestación cultural”, continúa.

Y advierte: “Cuando converso con estudiantes de gastronomía, les recalco que conocer la propia cocina es esencial para desarrollar propuestas de autor o fusiones coherentes; de lo contrario, la falta de fundamento puede llevar a la ‘fusión-confusión’, donde el resultado carece de identidad y sentido”.

Sonia Serna, quien siempre ha sido considerada toda una autoridad en gastronomía colombiana, agradece este Honoris Causa: “Primero a Dios, guía de mi vida, y luego a la Escuela Gastronómica de Occidente, especialmente a su director Orlando Tafur, artífice y líder de la gastronomía regional”.

Considera ella que “la creación de la EGO durante el boom gastronómico de la región marcó un hito en la formación culinaria, y hoy recibo este reconocimiento con orgullo y gratitud”.

También dedica este honor a su hermana Lola Serna, “porque en su restaurante Carambolo comenzó mi trabajo comprometido con la cocina hace más de 25 años, camino que luego impulsó la promoción de la cocina vallecaucana como destino gastronómico”.

Actualmente, desde Estados Unidos, donde está radicada desde hace unos años, continúa interesada en la cocina colombiana en diáspora, estudiando propuestas para su promoción y difusión.

Asimismo, agradece a otra autoridad local de la gastronomía: Claudia Ruiz, “quien gestionó y lideró la postulación de este reconocimiento”, dice Sonia.

Vale la pena resaltar, que el Honoris Causa en Gastronomía es el segundo que se concede. “La primera cocinera en recibirlo fue nuestra querida Maura Orejuela de Caldas”, recuerda Sonia Serna Benítez, gestora cultural, asesora gastronómica y chef.