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Kany García, la cantautora puertorriqueña que con sus temas cura ‘corazones partíos’

La hija de un exsacerdote y de una cantante que superó su propio drama.

27 de febrero de 2013 Por: Isabel Peláez y Verónica Gómez

La hija de un exsacerdote y de una cantante que superó su propio drama.

Las letras de la puertorriqueña Kany García son una terapia moderna para los ‘corazones partíos’ de las mujeres, a quienes les da cátedra de amor propio, al invitarlas a no echarse a morir y a superar fácilmente un despecho. Los hombres la tildan de feminista, pero ella prefiere sentirse una especie de sicóloga o terapeuta moderna, que solo les dice la verdad. Basta escuchar canciones como esta: “Para volver a amar debo sentir que vivo y no andar huyendo. Para poderte dar lo que un día fue mío y hoy ya no lo encuentro. Hoy solo busco pedazos de lo que un día fue un corazón abierto. Y no por ti y no por mí, sino que el tiempo diga adiós a algún recuerdo”.Dicha canción, banda sonora de la telenovela de Televisa ‘Para volver a amar’, es la terapia recurrente de muchas adolescentes heridas de amor. Y como esa composición de Kany hay muchas para sanar un mal de amores, como Hoy ya me Voy o Que te Vaya Mal, toda una terapia de choque para las que han sido engañadas: “Pero te cuento que hoy hay fiesta y va en nombre de tu traición. Yo quiero que te vaya mal, yo quiero que te des la vuelta, y no pa’ que conmigo vuelvas, si no pa’ verte suplicar”. Se llama Encarnita García de Jesús, según ella, por capricho de su padre: “Él pensaba que yo iba a vivir en España, pero en Puerto Rico nadie menor de 50 años se llama así”. Su papá dejó el sacerdocio al enamorarse de la mamá de Kany, pero ella confiesa que no ha escrito una canción sobre esa historia de amor. Le inspiró, en cambio, un tema de su nueva producción llamado: ‘Demasiado bueno’: “Él tuvo cáncer hace dos años, fue una historia que nos tocó a todos como familia”. Nacida el 5 de septiembre de 1982 en Toa Baja, un municipio al norte de Puerto Rico, Kany estudió en la Escuela Libre de Música y en el Conservatorio de Música de Puerto Rico. Su mamá cantaba en un trío y grabó ocho discos, pero siempre le insistió a sus hijos que estudiaran música en la universidad. “Mi hermano se dedicó a la música clásica, yo al pop y mi hermana nos escucha a los dos”, cuenta ella que además estudió solfeo, toca chelo, Ukulele, cuatro venezolano, piano y bajo.Fue seleccionada en sus inicios para el programa Objetivo Fama, de Univisión. Sin embargo, la misma noche del estreno sufrió un grave accidente automovilístico que le dejó fracturas en la pelvis, clavícula y 40 puntos de sutura en la cara. Tardó tres meses en recuperarse, pero hoy agradece estar viva y no haber participado en el ‘reality’.“Objetivo Fama, como programa, me marcó menos de lo que la gente piensa. Cuando tú llevas una vida estudiando música, valen más esos años que una noche. Pero esa noche sí marcó mucho mi vida. Era la única oportunidad que tenía para que la gente me escuchara, porque éramos una familia de escasos recursos, que no podíamos viajar a Miami a buscar un productor. Y con el accidente esa alternativa ya no existía. Aunque con el paso del tiempo pude ver que fue lo mejor que me pasó, porque en los ‘realities’ latinoamericanos es muy poco lo que pasa con el ganador. Y creo que me hubiera halado los pelos, porque allí cada semana te ponen a hacer cosas distintas: pop, rock, reguetón y yo lo único que sé hacer es la música que escribo”.Por eso, dice, no fue tan bonito el primer ofrecimiento de su disquera (Sony Music). “Después de escucharme en un show, me pidieron que fuera a su oficina y cuando fui, me dijeron que grabara reguetón. Por eso digo que no fue tan bonito. No regresé. Me aislé para componer, me encerré en el estudio de grabación de dos amigos para escucharme y entender por qué no me grababan. Regresé con tres canciones: Hoy ya Me Voy, Mi Amigo en el Baño y ¿Adónde fue Cecilia? y les dije: ‘Esto es lo que yo quiero hacer’”. Y se salió con la suya. Mi Amigo en el Baño fue vetada en México, donde no la pasaban en la radio, por su contenido erótico. Aun así traspasó fronteras y hasta en el país azteca se convirtió en un éxito.Canciones como ‘Alguien’, dice ella, son inspiradas en sus amigos. “Los más depresivos tienen hasta tres en un disco mío y no lo saben, todos se pelean por saber quién inspiró un tema. ‘Alguien’ habla de un amigo que cuando se enamora, todo el mundo se entera, le manda fotos a todos de su pareja. Pero cuando está depresivo, los agobia con un ‘es que nadie va a quererlo tanto como yo’, ‘es que estoy sufriendo tanto’. Fue mi manera de comprobarle que todos hemos pasado por eso”.¿Kany, en la vida real concibe el amor así, sin cortarse las venas? “Sí, mi esposo me tiene miedo, me dice, ‘el día que tú quieras, me dejas y no te va a importar’. Yo le digo: ‘no es para tanto, sí me importas’. Los cantautores sí nos volvemos sicólogos. ‘Que te vaya mal’ fue la historia de una amiga a quien su esposo dejó por otra, pero ella nos decía: ‘Yo le deseo lo mejor’ y me parecía un tanto hipócrita, cuando alguien te hace una, tú no estás en esa actitud. Son canciones que pueden sonar fuerte y acabar la gente poniéndote el sombrero de feminista, pero es lo que te toca por ser honesta”, concluye.Nuevo álbumCanción por canciónMe Quedo. ”Ska”. Cuando se va el Amor. “De mis favoritas. Uno ve lo que quiere ver cuando está enamorado, pero cuando todo acaba, ve al otro como es. Es un blues”.Que te Vaya Mal. “Papayera, cumbia y despecho”. Adiós. “Una gran traga. Piano”.Demasiado Bueno. “Folclor”. Pasaporte. “Orquesta de cuerdas y piano de cola”.Si yo me olvido. ”Social con elementos de la trova”.DuetosCon Franco de Vita en ‘Ya me Voy’; con Antonio Carmona en ‘Estigma de amor’; con Dany Martín en ‘Con esta Soledad’, y en‘Que me Quieras’ con Jorge Celedón y Jimmy Zambrano.

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