Jenny López, prometida de Jhonny Rivera, confesó lo que significa trabajar con el ídolo de la música popular

A pocos días de la gran celebración por los 20 años de carrera artística de Jhonny Rivera, la caleña Jenny López se prepara para subir al escenario de la Arena Cañaveralejo y compartir, junto a su pareja, una noche que promete ser inolvidable para los amantes de la música popular.

Dueña de una voz poderosa, Jenny ha logrado abrirse espacio en un género donde las mujeres siguen siendo pocas. Por eso, con una carrera que comenzó entre salsa, tarimas barriales y orquestas caleñas, hoy celebra la oportunidad de cantar en su tierra natal y acompañar al artista con quien comparte no solo el amor, sino también la pasión por la música.

En conversación con El País, la intérprete habló sobre los retos de abrirse camino en la música, su evolución artística, la autenticidad como sello personal y los sueños que aún le quedan por cumplir.

Va estar el 29 presentándose con Jhonny Rivera en un fragmento de ese evento tan esperado. ¿Qué es lo más gratificante de trabajar con su pareja?

Es un honor por todos lados. Primero, acompañarlo en una fecha tan importante y especial para él como artista y como ser humano. Para mí es una satisfacción increíble ver el trabajo que hay detrás de todo esto. Como artista emergente, me hace muchísima ilusión. Y, además, cantar en mi ciudad, cantar en la Arena Cañaveralejo, me tiene muy, muy feliz.

El género popular ha sido históricamente competitivo y dominado por hombres. ¿Qué ha sido lo más difícil de abrirse camino en este entorno?

Hoy agradezco mucho a mujeres como Paola, Franci y Arelis, que nos han abierto camino a quienes tenemos este sueño. Indiscutiblemente es difícil, pero no imposible. Hay que trabajar muchísimo, apoyarse en las redes sociales, que hoy nos ayudan tanto para dar a conocer nuestra música.

Yo vivo este proceso sin afán, sin desespero, disfrutando cada minuto. Es un camino de perseverancia, pero ahí vamos.

¿En qué momento decide dedicarse de lleno a la música popular?

Fue un sueño de niña, como cuando alguien dice “quiero ser astronauta” sin tener muy claro lo que quiere en la vida. Un día simplemente empecé con esa idea loca. Gracias a Dios, he sido muy bendecida con unos padres que me apoyaron desde el principio.

Nadie en mi familia toca ni una maraca, pero ellos creyeron en mí y me ayudaron a formarme con un profesor de técnica vocal. Han sido muchos años de un camino hermoso.

Sabemos que sus inicios fueron en la salsa. ¿Qué recuerda de esa etapa?

Fue una experiencia maravillosa y de mucho aprendizaje. Estuve en orquestas como Güiro y Sabor, y Son Caleño, entre otras. Participé en coros, también como voz femenina principal, y canté en muchas discotecas y ferias de Cali, sobre todo en las comunas. Esa fue mi escuela, y aunque hoy ya no interpreto salsa, la llevo en el corazón porque me ayudó muchísimo a formarme como artista.

¿A quién le canta Jenny López cuando se sube a un escenario?

Me encantaría que todo el mundo tuviera una canción mía con la que se pudiera identificar en algún momento de su vida. Aunque estoy muy enamorada, me fascina cantarle al despecho. Me parece espectacular. Cuando hay despechados en un show, siempre hay una canción que les queda como anillo al dedo.

En un género tan competitivo, ¿cómo logra mantener su autenticidad?

Es difícil, porque hoy todo se mueve por tendencias: algo se pone de moda y todo el mundo va detrás. Destacar en medio de tanto contenido es complicado, pero creo que la clave está en ser real, franca y sincera con los seguidores. No tener un personaje acartonado, sino hablarles como a amigos. Eso genera una conexión verdadera.

A su corta edad, muchos dirían que ya alcanzó el éxito. ¿Qué sueños le faltan por cumplir?

Me halaga mucho, pero siento que aún me falta mucho por trabajar, por remar y por dar a conocer mi música. Me encantaría poder hacer un Movistar Arena, un estadio, o cantar en otro país y que la gente me espere.

Creo que todos los que somos cantantes soñamos con eso. Trabajar con Jhonny ha sido una bendición, un aprendizaje constante. Cada concierto es diferente y lleno de anécdotas. Sueños es lo que hay por cumplir.

¿Qué mensaje le deja a las mujeres que quieren seguir su camino en la música?

Que luchen. En el camino siempre habrá comentarios no tan bonitos y muchas puertas cerradas, pero con trabajo y perseverancia todo cambia. En algún momento esas puertas se abren y los comentarios se transforman en palabras de apoyo.